"La vida es una serie de tirones hacia atrás y hacia delante. Quieres hacer una cosa pero estás obligado a hacer otra diferente. Algo te hace daño, pero tú sabes que no debería hacértelo. Das por supuestas ciertas cosas, aunque sabes que no deberías dar nada por supuesto.
Es una tensión de opuestos, como una goma elástica estirada. Y la mayoría de nosotros vive en un punto intermedio".
"Eran otros tiempos, cuando viajar representaba un auténtico cambio de caparazón, de cultura y a veces también de costumbres. Viajar entonces no sólo significaba desplazarse, sino disponer de tiempo. He aquí un elemento esencial para el verdadero viaje: el tiempo necesario para que el cuerpo humano solidifique su aventura. El viaje sin tiempo no es viaje".
"Cada momento perdido es la vida. Es incognoscible, excepto para nosotros mismos, cada uno de nosotros inexpresablemente, este hombre, esta mujer. La infancia es vida perdida y reclamada segundo por segundo, dijo. Dos niños solos, en una habitación, muy tenuemente iluminada, gemelos, ríen. Treinta años más tarde, uno en Chicago, el otro en Hong Kong, son el desenlace de este momento".
"Sin embargo, por música no debe entenderse sólo la que se toca, sino también la que queda eternamente por tocar [...] Existe otra luz de la luna, que el propio sol no excluye, y oscurece en pleno día lo que las cosas fingen ser. Solamente los sueños son siempre lo que son. Es el lado de nosotros en el que nacemos y en el que siempre somos naturales y nuestros".
"El que pasea siempre pasea con un niño de la mano: es siempre el niño imposible que fuimos quien pasea con nosotros -un niño que ha decidido aprender algo de su vida y, mientras en la escuela se ofician los funerales por el día de mañana, él se regala una tarde de novillos".
"El único derecho inalienable del hombre es ir a la destrucción a su manera. Por lo que vale la pena vivir también vale la pena morir. Por lo que vale la pena triunfar también vale la pena fracasar".
"Lo que importa es que con el mundo se hagan países y lenguas; con el caos, sentido; con las praderas campos de batalla; con nuestros actos, leyendas y esa forma sofisticada de la leyenda que es la historia; con los nombres comunes, nombre propio. Que las cosas del verano, el amor, la fe y el ardor se hielen para terminar en el invierno impecable de los libros".
"El canon occidental es Shakespeare y Dante. Más allá de ellos, está lo que asimilaron y lo que les asimila. Redefinir 'la literatura' es una vana empresa, porque no puedes usurpar suficiente fuerza cognitiva para abarcar a Shakespeare y Dante, y ellos son la literatura. Y a la hora de redefinirlos a ellos, os deseo buena suerte".
"De pronto intuí lo ridícula y hermosa que podía ser la vida, la fácil plenitud del juego de vivir, y del caminar por los días y los años como quien lo hace sobre el agua".
"Valgo poco por las obras que escribo, mucho por las que no escribo.
La verdad no siempre es el arte. El arte no siempre es la verdad, pero la verdad y el arte tienen puntos de contacto; yo los busco".
"En esta vida, nuestros pesares o no son muy duraderos o no son muy intensos, porque la naturaleza o bien se sobrepone a ellos por la costumbre o los hace cesar al hundirse bajo su carga".
"En cierto modo la visión del mundo inventada por el Partido se imponía con excelente éxito a la gente incapaz de comprenderla. Hacía aceptar las violaciones más fragantes de la realidad porque nadie comprendía del todo la enormidad de lo que se les exigía ni se interesaba lo suficiente por los acontecimientos públicos para darse cuenta de lo que ocurría. Por falta de comprensión, todos eran políticamente sanos y fieles. Sencillamente, se lo tragaban todo y lo que se tragaban no les sentaba mal porque no les dejaba residuos [...]"
"Grenouille vio con claridad que su vida ya no tenía sentido sin la posesión de esa fragancia. Debía conocerla con todas sus particularidades, hasta el más íntimo y sutil de sus pormenores; el simple recuerdo de su complejidad no era suficiente para él. Quería grabar el apoteósico perfume como un troquel en la negrura confusa de su alma, investigarlo exhaustivamente y en lo sucesivo sólo pensar, vivir y oler de acuerdo con las estructuras internas de esta fórmula mágica".
"El cartero Mario Jiménez tomó literalmente las palabras del poeta, e hizo la ruta hasta la caleta escrutando los vaivenes del océano. Aunque las olas eran muchas, el mediodía inmaculado, la arena muelle y la brisa leve, no prosperó ninguna metáfora. Todo lo que en el mar era elocuencia, en él fue mudez. Una afonía tan enérgica, que hasta las piedras le parecieron parlanchinas en comparación".
"Miró el cuarto en penumbra y de inmediato, derrotado por la ilusión de estar soñando la vigilia, volvió a cerrar los ojos. 'Bah, todavía es tarde para huir', contestó desde la duermevela, y aunque por un momento se consideró a salvo, enseguida adivinó que progresando en el absurdo acabaría encontrando en él las leyes lógicas que lo emparentaban con la realidad".
"El verdadero camino pasa por una cuerda que no está tensada en las alturas, sino apenas, por arriba del suelo. Más pareciera estar destinada a hacernos tropezar que a ser recorrida".
[...] todo aquello no lo encontraba como si fuera simplemente algo aprendido, algo que sabe y ahora con fría satisfacción ejecuta, sino como algo esencial, con lo que se fundía con alegría y entusiasmo, como si fuera su tierra firme natal (¡ay, la tierra firme de la belleza!), de la que había sido expulsada y a la que ahora regresaba triunfalmente".
"Siempre he creído que hay lugares que son imanes y te atraen si pasas por las inmediaciones. Y eso de forma imperceptible, sin que te lo malicies siquiera. Basta con una calle en cuesta, con una acera al sol, o con una acera a la sombra. O con un chaparrón. Y te llevan a ese lugar, al punto preciso en que debías encallar".
"Junto a una sola hoja de hierba, / ¿qué vale el horrible mundo práctico / y útil, pesadilla del norte, / vómito de la niebla y el fastidio? / Lo hermoso es lo que pasa / negándose a servir. Lo hermoso, lo que amamos, / tú sabes que es un sueño y que por eso / es más hermoso aún para nosotros".
"Detengámonos cerca de los seres que pueden renunciar a sus recursos, aunque no exista para ellos más que poco repliegue o ninguno. La espera excava para ellos un insomnio vertiginoso. La belleza les pone un sombrero de flores.
"No conozco universo como aquel poema de universos. Abrazados los dos en olvidada y presente desnudez plena, como un orbe aislado, con la fuerza elemental de toda la creación, tus ojos verdes, único ver mío, me han dado eternidad completa hecha amor".