Cata de libros

Los mejores momentos de la lectura de un libro suceden con el hallazgo de fragmentos especialmente hermosos, lúcidos y vibrantes. En Trabalibros nos gusta capturarlos subrayándolos para poder volver a ellos fácilmente con tan solo explorar entre sus páginas.

Esto nos permite además ofrecerte una pequeña selección de los tesoros que ocultan algunos de nuestros libros preferidos, con la esperanza de que sirva para estimular su lectura. Esperamos que disfrutes de nuestra "Cata de libros".

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"Greguerías", Ramón Gómez de la Serna
"Si en la noche tormentosa se quedase encendido un relámpago en el cielo, se vería el fondo del firmamento, sus entrañas, su techo trágico y cuajado de cosas, su fondo anatómico, crudo y abismal".
"Ética a Nicómaco", Aristóteles
"Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo".
"El paseo", Robert Walser
"Al paseante le acompaña siempre algo curioso, reflexivo y fantástico, y sería tonto si no lo tuviera en cuenta o incluso lo apartara de sí; pero no lo hace, más bien da la bienvenida a toda clase de extrañas y peculiares manifestaciones, hace amistad y confraterniza con ellas, porque le encantan, las convierte en cuerpos con esencia y configuración, les da formación y ánima, mientras ellas por su parte lo animan y forman".
poema "Contigo", Luis Cernuda
"¿Mi tierra? / Mi tierra eres tú. / ¿Mi gente? / Mi gente eres tú. / El destierro y la muerte / para mí están adonde / no estés tú. / ¿Y mi vida? / Dime, mi vida, / ¿qué es, si no eres tú?"
"Donde el corazón te lleve", Susanna Tamaro
"Por el simple hecho de que existe el cuerpo -decía-, somos sombra de todas maneras, somos anfibios como las ranas: una parte de nosotros vive aquí, en lo bajo, y la otra tiende hacia lo alto. Vivir es tan sólo tener conciencia de esto, saberlo, luchar para que la luz no desaparezca derrotada por la sombra. Desconfíe de quien es perfecto -me decía-, de quien tiene las soluciones ya listas en el bolsillo, desconfíe de todo, salvo de lo que le dice su corazón".
"Proverbios y cantares", Antonio Machado
"Dices que nada se pierde / y acaso dices verdad, / pero todo lo perdemos / y todo nos perderá. / Todo pasa y todo queda, / pero lo nuestro es pasar, / pasar haciendo caminos, / caminos sobre la mar. / Morir... ¿Caer como una gota / de mar en el mar inmenso? / ¿O ser lo que nunca he sido: / uno, sin sombra y sin sueño, / un solitario que avanza / sin camino y sin espejo?"
"Cien años de soledad", Gabriel García Márquez
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en la que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo".
"Mortal y rosa", Francisco Umbral
"Sé, como sabía el poeta, que la vida no es noble ni buena, ni sagrada, y no hallo nada que respetar ni venerar en el cielo ni en la tierra, ni un solo ser, ni un solo hombre merecen mi devoción, desde hace mucho tiempo, pero gracias a este hijo tenido y perdido habrá ya siempre para mí, en lo más puro de la luz, en el resplandor de lo inexistente, un ser sagrado, una criatura de oro, de modo que el hijo se constituye en criatura aparte de la creación, el relámpago de la sacralidad que no se ha dado jamás en todo el universo".
"El arte de la fuga", Sergio Pitol
"Uno, me aventuro, es los libros que ha leído, la pintura que ha visto, la música escuchada y olvidada, las calles recorridas. Uno es su niñez, su familia, unos cuantos amigos, algunos amores, bastantes fastidios. Uno es una suma mermada por infinitas restas. Uno está conformado por tiempos, aficiones y credos diferentes".
"El lobo estepario", Herman Hesse
"El hombre no es de ninguna manera un producto firme y duradero [...], es más bien un ensayo y una transición; no es otra cosa sino el puente estrecho y peligroso entre la naturaleza y el espíritu. Hacia el espíritu, hacia Dios, lo impulsa la determinación más íntima; hacia la naturaleza, en retorno a la madre, lo atrae el más íntimo deseo: entre ambos poderes vacila su vida temblando de miedo".
"Las solidaridades misteriosas", Pascal Quignard
"Seguía teniendo miedo, pero ya no tenía miedo al miedo, incluso podía apoyarme en él, incluso podía contemplar el mundo tal como es, podía gustarme el frío, podía gustarme salir cuando está lloviendo a mares, podían gustarme las nubes bajas, podía gustarme el abandono, podía gustar de la soledad, apreciar el insomnio, amar la noche, adorar caminar por la noche sin meta. ¡Qué ribera más extraordinaria es el mundo cuando de repente se ha hecho inmenso, intrusivo, incomprensible, y completamente indiferente! Entonces se parece al nacimiento. ¡Y qué felicidad que no te aplaste la angustia pánica frente al día que llega con cada amanecer!"
"Primera memoria", Ana María Matute
"(Aquí estoy ahora, delante de este vaso tan verde, y el corazón pesándome. ¿Será verdad que la vida arranca de escenas como aquélla? ¿Será verdad que de niños vivimos la vida entera, de un sorbo, para repetirnos después estúpidamente, ciegamente, sin sentido alguno?)"
"Eva Luna", Isabel Allende
[...] retenía las anécdotas oídas al pasar y lo aprendido en sus lecturas, elaboraba la sustancia de sus propios sueños y con esos materiales fabricó un mundo para mí. Las palabras son gratis, decía y se las apropiaba, todas eran suyas. Ella sembró en mi cabeza la idea de que la realidad no es sólo como se percibe en la superficie, también tiene una dimensión mágica y, si a uno se le antoja, es legítimo exagerarla y ponerle color para que el tránsito por esta vida no resulte tan aburrido".
"El arte de la guerra", Sun Tzu
"La ira puede convertirse en alegría, y la cólera puede convertirse en placer. Pero una nación jamás puede ser reconstruida, y una vida no puede volver a nacer".
"El Principito", Antoine de Saint-Exupèry
"Es mejor que vengas siempre a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; tres horas antes empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así el valor de la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón".
"El Hobbit", J.R.R. Tolkien
"La mayor aventura es la que nos espera. Hoy y mañana aún no se han dicho. Las posibilidades, los cambios son todos vuestros por hacer. El molde de su vida en sus manos está para romper".
"La lentitud del espía", Alfons Cervera
"El amor se cuenta siempre en números romanos, como si fuera el tiempo mágico de los adolescentes, como si pudieran ser dichas las caricias más dulces en vez de formar todo parte inescrutable de un secreto: ahí se mueve el espía, en la nebulosa estratégica de lo que no se dice, ni se ve, ni asiste a la escritura pública de su identidad fuera de las órdenes guardadas bajo llave en una agenda de instrucciones".
"El arte de la guerra", Sun Tzu
"La ira puede convertirse en alegría, y la cólera puede convertirse en placer. Pero una nación jamás puede ser reconstruida, y una vida no puede volver a nacer".
"El alquimista", Paulo Coelho
"Cada hombre sobre la faz de la Tierra tiene un tesoro que le está esperando", dijo su corazón. "Nosotros, los corazones, acostumbramos a hablar poco de estos tesoros, porque los hombres ya no quieren encontrarlos. Sólo hablamos a los niños. Después dejamos que la vida encamine a cada uno en dirección a su destino. Pero, desgraciadamente, pocos siguen el camino que les ha sido trazado y que es el de la Historia Personal, y de la felicidad. Les parece que el mundo es una cosa amenazadora, y por esto el mundo se convierte en una cosa amenazadora".
"Foe", J.M. Coetzee
"Para contar la verdad en su más pura expresión se requiere tranquilidad, y una silla confortable lejos de toda distracción, y una ventana por la que mirar al exterior; y luego esa facultad para ver olas cuando lo que se tiene delante son campos, y de sentir el sol de los trópicos cuando lo que hace es frío; y en la yema de los dedos las palabras precisas para aprehender la visión antes de que se desvanezca".
"Rayuela", Julio Cortázar
"Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa [...]
"Autorretrato con radiador", Christian Bobin
"Me levanté, preparé un café y abrí un libro de poemas. Del libro salía luz. Creo que en ese instante mi muerte se fue de la casa atravesando la puerta, sin hacer ruido. No era su hora, y además estaba tal vez súbitamente deprimida por la belleza de ciertas palabras, sí, tal vez mi muerte no soporta los libros y prefiere la compañía jaquecosa de las emisoras de radio y de la televisión".
del poemario "Lápidas", Antonio Gamoneda
"A la inmovilidad del gris convocado por un pájaro silencioso, bajas llorando. / Hay un mar incesante que desconoce la división del resplandor y la sombra, / y resplandor y sombra existen en la misma sustancia, / en tu niñez habitada por relámpagos".
"En el camino", Jack Kerouac
"[...] la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un ¡Ahhh!"
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