Cata de libros

Los mejores momentos de la lectura de un libro suceden con el hallazgo de fragmentos especialmente hermosos, lúcidos y vibrantes. En Trabalibros nos gusta capturarlos subrayándolos para poder volver a ellos fácilmente con tan solo explorar entre sus páginas.

Esto nos permite además ofrecerte una pequeña selección de los tesoros que ocultan algunos de nuestros libros preferidos, con la esperanza de que sirva para estimular su lectura. Esperamos que disfrutes de nuestra "Cata de libros".

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"Campo de retamas", Rafael Sánchez Ferlosio
"(Erosión). Aumenta cada vez más la tendencia a decir ‘el planeta', en sustitución de la expresión ‘el mundo'. Es que notan, o adivinan sin pensarlo, que el mundo está tan tremendamente desgastado sin duda por el acelerado e inconmensurable aumento de los viajes, las comunicaciones, las construcciones que siempre comportan cimientos y, por lo tanto, erosión, corrosión del suelo, que casi no queda ya más que su soporte astronómico, su desnudo, que es propiamente el planeta".
"Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes", Thomas de Quincey
"Si uno empieza por permitirse un asesinato, pronto no le da importancia a robar, del robo pasa a la bebida y a la inobservancia del día del Señor, y se acaba por faltar a la buena educación y por dejar las cosas para el día siguiente. Una vez que empieza uno a deslizarse cuesta abajo ya no sabe dónde podrá detenerse. La ruina de muchos comenzó con un pequeño asesinato al que no dieron importancia en su momento. Principiis obsta: tal es mi norma. Esto fue lo que dije, ésta fue siempre mi manera de actuar y si esto no es ser virtuoso me gustaría saber lo que es".
"El lector común", Virginia Woolf
"Debemos seguir siendo lectores; no nos investiremos con la gloria que pertenece a esos raros seres que son también críticos. Pero aun así tenemos nuestras responsabilidades como lectores e incluso nuestra importancia [...] Si detrás del errático fuego de la prensa el autor sintiera que hay otra clase de crítica, la opinión de la gente que lee por amor a la lectura, lenta y no profesionalmente, y juzgando con una gran comprensión, y sin embargo con gran severidad, ¿no podría esto mejorar la calidad de su obra? Y si gracias a nosotros los libros pudieran llegar a ser más robustos, más ricos y más variados, ese sería un fin digno de alcanzar".
"Cuentos clásicos para conocerte mejor", Jorge Bucay
"Los cuentos son mensajeros que llegan a nuestra vida para ayudarnos a mirar los hechos con sencillez y ánimo abierto desde otras ópticas [...] La mayor parte de estas historias han surgido desde hace siglos intentando, desde el principio, ser señales que descubran el lugar del extravío, maestros que nos enfrenten al desafío de crecer a partir de lo que somos, y no de lo que desearíamos ser. Debemos evocar a Bruno Bettelheim cuando nos apuntaba que los cuentos no deberían usarse solamente para ayudar a dormir a los niños, sino también para ayudar a despertar a los grandes".
"Hace cuarenta años", Maria Van Rysselberghe
"El corazón sobre el que tan hondo marcaste tus pasos, amplia sombra, consiguió reverdecer de nuevo; sin duda, tanto o más que antes. Pero nadie logró ocupar el espacio del que tú te adueñaste. Nadie estuvo a la altura; nadie tenía la exigencia ni la generosidad necesarias. Puesto que sólo yo sobrevivo; puesto que, después de tantos años, mis recuerdos pueden ver la luz sin herir ya a nadie a mi alrededor, te los regalo, querida sombra. Es lo más hermoso que he cosechado para regalarte, y la sed que me dejaste sigue siendo tuya".
"Demonios íntimos", Xavier Rubert de Ventós
"Dicen que la verdadera reflexión filosófica empieza con el asombro y la admiración ante el mundo. Yo creo que empieza con una sacudida más vital que mental, con un desconcierto no sólo teórico sino también, y sobre todo, personal [...] Pero en cualquier caso se trata de una sacudida emocional, de un choque que nos lleva a hacernos preguntas de mayor envergadura o más retorcidas de la cuenta. Al fin y al cabo, eso es lo que nos hace dar el paso decisivo que rompe la telaraña de itinerarios preestablecidos de ‘hojas de ruta' y de sinapsis ya programadas con las que habíamos afrontado el mundo y ordenado hasta entonces nuestro cerebro".
"Al faro", Virginia Woolf
"Era su sino, su peculiaridad, queriéndolo o no, el desembocar siempre en una lengua de tierra, lentamente socavada por el mar, y estarse ahí como un pájaro marino desolado: solo. Tenía la facultad, el don, de poder despojarse repentinamente de todo lo superfluo, encogerse y disminuir de modo que parecía más desnudo y se sentía más enjuto, incluso físicamente, sin perder por eso la intensidad de su espíritu, quedándose ahí de pie, en aquella lengua de tierra, cara a cara con las tinieblas de la ignorancia humana; pues que nada sabemos, y el mar sigue socavando el suelo que pisamos. Era su sino, su peculiaridad".
"Mi querido asesino en serie", Alicia Giménez Bartlett
"- ¿Se puede saber qué hacemos aquí, trasegando cerveza como dos gilipollas? Garzón se quedó muy sorprendido. Me miró sin comprender. - El inspector Fraile está redactando el informe y esperamos sus órdenes. Por mí como si quiere redactar la segunda parte de Los hermanos Karamazov. Vamos a ponernos inmediatamente en acción. ¿En qué acción, inspectora? He dicho en acción, Fermín. Voy a pagar. Nos fuimos de comisaría sin avisar a nadie, dirigiéndonos al centro del ayuntamiento de la calle Madrazo. Peinaríamos los bares de los alrededores, esperaríamos la hora de apertura del centro viendo si alguien se presentaba con anticipación. Cualquier cosa antes que permanecer allí en estado vegetativo. El mundo lo mueve la pasión y quien diga lo contrario es porque nunca la ha experimentado, con lo cual casi no tiene derecho a vivir".
"Esto es agua", David Foster Wallace
"Pensad en ese viejo cliché que dice que la mente ‘es un siervo excelente pero un amo terrible'. Igual que tantos otros clichés, tan banales y pobres en la superficie, en realidad expresa una verdad grandiosa y terrible. No es para nada una coincidencia el que los adultos que se suicidan con armas de fuego casi siempre se peguen un tiro en… la cabeza. Y la verdad es que la mayoría de esos suicidas en realidad ya están muertos mucho antes de apretar el gatillo. Y yo sostengo que esto es lo que va a acabar siendo el valor verdadero de vuestra educación de humanidades: cómo evitar vivir vuestras cómodas, prósperas y respetables vidas adultas estando muertos, siendo inconscientes, meros esclavos de vuestras cabezas y de vuestra configuración natural por defecto, que os dice que estáis extraordinaria, completa e imperialmente solos, día tras día".
"Mujercitas", Louise May Alcott
"Las cuatro muchachas que estaban en la amplia sala de estar no parecían muy alegres. ¡Ah! -exclamó Jo, tendida sobre la alfombra, frente a la encendida chimenea-. Este año nos va a parecer que no estamos en Navidad. ¿Por qué? -preguntó Beth, que era la más animosa de las cuatro hermanas. Una Navidad sin regalos -dijo Jo-, no es Navidad. ¡Es verdad! -intervino Amy, la más pequeña. ¡Qué triste es ser pobre! -suspiró Meg, estirándose la manga de su vestido, viejo y pasado de moda."
"Por encima de la lluvia", Víctor del Árbol
"La verdadera razón para planificar aquel viaje era que estaba asustada como no lo había estado nunca. Ni siquiera durante los años silenciosos vividos con Walter había sentido tan cerca la inminencia de su derrota [...] Helena quería escapar de aquel destino, no darle la última palabra al tiempo. Decidir por sí misma cómo y dónde vivir sus últimos días. No quería languidecer encerrada en sus recuerdos como todos aquellos viejos de mirada resignada con los que se cruzaba cada mañana. No le debía explicaciones a nadie".
Poema "El viento y el alma", Luis Cernuda
"Con tal vehemencia el viento / viene del mar, que sus sones / elementales contagian / el silencio de la noche. / Solo en tu cama le escuchas / insistente en los cristales / tocar, llorando y llamando / como perdido sin nadie. / Mas no es él quien en desvelo / te tiene, sino otra fuerza / de que tu cuerpo es hoy cárcel, / fue viento libre, y recuerda".
Poema "Ítaca", C. P. Cavafis
"[...] Mantén siempre a Ítaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Pero no tengas la menor prisa en tu viaje. Es mejor que dure muchos años y que viejo al fin arribes a la isla, rico por todas las ganancias de tu viaje, sin esperar que Ítaca te va a ofrecer riquezas. Ítaca te ha dado un viaje hermoso. Sin ella no te habrías puesto en marcha. Pero no tiene ya más que ofrecerte. Aunque la encuentres pobre, Ítaca de ti no se ha burlado. Convertido en tan sabio, y con tanta experiencia, ya habrás comprendido el significado de las Ítacas".
"Ella, maldita alma", Manuel Rivas
"En las sesiones de terapia, cuando nos tocaba el turno, la mayoría de nosotros sufría para vencer la vergüenza. Yo me retorcía las manos sin querer y los dedos se me enroscaban dolorosamente como si fueran serpientes heridas. Tenía un estropajo en la lengua y balbuceaba cosas que me arañaban los labios. Enfrente, Antonio Ventura deletreaba las palabras con ansia. Permanecía al acecho, ayudando con los ojos, como un intérprete de sordomudos. Y cuando le tocaba a él la sesión de terapia, parecía que el mundo había dejado de ser un caos. La vida, en aquel preciso instante, tenía sentido. Y yo sentía sed. Sed de la fuente de la que nacen los ríos".
"Los apuntes de Malte Laurids Brigge", Rainer Maria Rilke
"Lo que a menudo he experimentado más tarde, lo presentía entonces en cierto modo: que no se tiene derecho a abrir un libro si no se compromete uno a leerlos todos. En cada línea se sondeaba el mundo. Antes de los libros estaba salvo, y quizá se le encontraba entero después. Pero ¿cómo iba yo, que no podía leer, a absorberlos todos? Los había allí, incluso en aquella modesta biblioteca, en gran número, y formaban conjunto. Testarudo y desesperado, me arrojé de libro en libro y me abrí paso a través de las páginas, como alguien que tuviese que rendir un trabajo desproporcionado a sus fuerzas".
Poema titulado "Si", Rudyard Kipling
"Si puedes soñar y que los sueños no te dominen; si puedes pensar y que tus pensamientos no sean tu objetivo; si puedes encontrarte con el Triunfo y con el Desastre y tratar a esos dos impostores de la misma forma; si puedes soportar escuchar la verdad que has dicho tergiversada por perversos para engañar a los idiotas, o ver las cosas por las que diste la vida, rotas, e inclinarte y construirlas de nuevo con herramientas viejas [...] entonces tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, y, lo que es más, serás un hombre, hijo mío".
"Diario", André Gide
"Pretendo dar a los que me leerán fuerza, alegría, valor, desconfianza y perspicacia, pero me guardo muy mucho de darles directivas, pues estimo que no pueden ni deben encontrarlas sino por sí mismos (iba a decir ‘en sí mismos'). Desarrollar a la vez el espíritu crítico y la energía, esos dos contrarios. Generalmente no encontramos, entre las personas inteligentes, más que tullidos, y entre los hombres de acción, más que necios".
"Diarios", Iñaki Uriarte
"Los buenos libros tratan siempre de lo mismo, de unas pocas cosas que no sólo son las más importantes, sino que son las cosas que nos pasan todos los días [...] La novela no es ‘un espejo a lo largo del camino', como dijo Stendhal. Es un espejo que nos ponemos delante para mirarnos. Es como una foto o una película en la que también salimos nosotros. Aunque en ella aparezcan Claudia Schiffer o el Papa en pelotas, lo primero que hacemos es buscarnos y mirarnos".
"El estrangulador", Manuel Vázquez Montalbán
"El color es un accidente de la memoria. La sustancia de la memoria es en blanco y negro, bicolor la materia de esa realidad interiorizada. Sin memoria no existimos o yo al menos no consigo existir. En mi memoria se cumplen mis deseos y cuando tengo deseos trato que cuanto antes se conviertan en memoria para que nadie me los frustre, ni me los quite, ni me los cambie por los deseos convencionales. La memoria es la substancia en el sentido cartesiano: aquello que existe de tal modo que no necesita de ninguna otra cosa para existir".
"El malogrado", Thomas Bernhard
"En teoría, comprendemos a las personas, pero en la práctica no las soportamos, pensé, la mayoría de las veces sólo tratamos con ellas de mala gana y las tratamos siempre desde nuestro punto de vista. Sin embargo, no deberíamos ver a las personas desde nuestro punto de vista, sino contemplarlas y tratarlas desde todos los puntos de vista, pensé, relacionarnos con ellas de forma que pudiéramos decir que nos relacionamos con ellas, por decirlo así, de una forma totalmente imparcial, lo que sin embargo no se consigue, porque realmente somos siempre parciales hacia todos".
"Peter Pan", J.M. Barrie
"- ¿Vuela -pregunta la astuta niña-, como tú volabas cuando eras pequeña? ¡Como yo volaba! ¿Sabes, Jane? A veces me pregunto si realmente volaba. Sí, sí que volabas. ¡Qué días aquellos cuando podía volar! ¿Por qué ya no puedes volar, mamá? Porque he crecido, mi amor. Cuando la gente crece se olvida de cómo se hace. ¿Por qué se olvidan de cómo se hace' Porque ya no son alegres ni inocentes ni insensibles. Sólo los que son alegres, inocentes e insensibles pueden volar".
"El viejo y el mar", Ernest Hemingway
"Decía siempre "la mar". Así es como le dicen en español cuando la quieren. A veces los que la quieren hablan mal de "ella", pero lo hacen siempre como si fuera una mujer. Algunos de los pescadores más jóvenes, los que usaban boyas y flotadores para sus sedales y tenían botes de motor comprados cuando los hígados de tiburón se cotizaban alto, empleaban el artículo masculino, lo llamaban "el mar". Hablaban del mar como de un contendiente o un lugar, o incluso un enemigo. Pero el viejo lo concebía siempre como perteneciente al género femenino y como algo que concedía o negaba grandes favores, y si hacía cosas perversas y terribles era porque no podía evitarlo. La luna, pensaba, le afectaba lo mismo que a una mujer".
"Ética para Amador", Fernando Savater
"¿Qué pretendo decirte poniendo un «haz lo que quieras» como lema fundamental de esa ética hacia la que vamos tanteando? Pues sencillamente (aunque luego resultará que no es tan sencillo, me temo) que hay que dejarse de órdenes y costumbres, de premios y castigos, en una palabra, de cuanto quiere dirigirte desde fuera, y que tienes que plantearte todo este asunto desde ti mismo, desde el fuero interno de tu voluntad. No le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida: pregúntatelo a ti mismo. Si deseas saber en qué puedes emplear mejor tu libertad, no la pierdas poniéndote ya desde el principio al servicio de otro o de otros, por buenos, sabios y respetables que sean: interroga sobre el uso de tu libertad… a la libertad misma."
"Sin noticias de Gurb", Eduardo Mendoza
«19.00 Llevo cuatro horas caminando. No sé dónde estoy y las piernas no me sostienen. La ciudad es enorme; el gentío, constante; el ruido, mucho. Me extraña no encontrar los monumentos habituales, como el Cenotafio de la Beata Madre Pilar, que podrían servirme de referencia. He parado a un peatón que parecía poseer un nivel de mansedumbre alto y le he preguntado dónde podría encontrar a una persona extraviada. Me ha preguntado qué edad tenía esa persona. Al contestarle que seis mil quinientos trece años, me ha sugerido que la buscara en El Corte Inglés. Lo peor es tener que respirar este aire inficionado de partículas suculentas. Es sabido que en algunas zonas urbanas la densidad del aire es tal que sus habitantes lo introducen en fundas y lo exportan bajo la denominación de morcillas. Tengo los ojos irritados, la nariz obstruida, la boca seca. ¡Cuánto mejor se está en Sardanyola!"
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