Año 96 d.C., 850 años tras la fundación de Roma. Transcurre la etapa de dominio de Tito Flavio Domiciano, uno de los emperadores más crueles y sanguinarios que reinaron en Roma.
La locura de Domiciano es cada vez mayor y su brutalidad parece no tener límites, no sólo con los cristianos sino también con los propios romanos. Roma atraviesa por una situación grave, tanto que el Senado está contemplando la idea de asesinarlo.
Un reducido grupo compuesto por tres senadores sondean a Marco Ulpio Trajano sobre los planes que traman contra el emperador, necesitan saber si cuentan con su apoyo. Trajano, que procede de una pequeña familia hispana originaria de la región de Baética, consiguió progresar hasta convertirse en gobernador de Germania; la familia de Trajano siempre había sido leal al emperador Domiciano y manifestó que así seguiría siendo.
Trajano, a pesar de su brillante carrera en el ejército, había tenido siempre la habilidad de pasar desapercibido ante el emperador Domiciano, acostumbrado a condenar a muerte a cualquiera que destacara. Aunque en esta ocasión no le preocupaba tanto su vida como la posibilidad de un enfrentamiento interno, cuyas consecuencias podrían ser nefastas para Roma: su experiencia militar le decía que el asesinato de Domiciano provocaría una guerra civil que debilitaría las fronteras y pondría en peligro la estabilidad del Imperio.
Sin embargo, en Roma la situación es insostenible. Es necesario actuar y Trajano está destinado a jugar un papel fundamental en la historia, tanto que llegó a convertirse en el primer emperador hispano. ¿Qué sucedió para que Roma aceptase ser gobernada por alguien nacido fuera de ella?
La respuesta se desvela a lo largo de las 1.200 páginas que conforman "Los asesinos del emperador", una magnífica novela histórica, extensa a la par que entretenida. El lector, fascinado por una trama trepidante envuelta en conspiraciones, combates, traiciones y lealtades, agradecerá el rigor histórico que caracteriza a las obras de Santiago Posteguillo, la seriedad ante la exposición de acontecimientos fundamentales que cambiaron la historia de la humanidad. Posteguillo evidencia con "Los asesinos del emperador" que la historia puede ser apasionante.