Cuando una sola obra es suficiente para ennoblecer todo un género literario, alcanza la categoría de clásico. Si hablamos del género de terror, sin lugar a dudas "Drácula" de Bram Stoker es una novela cumbre, un clásico de la literatura convertido en una obra de referencia que, aunque fue imitada en múltiples ocasiones, nunca consiguió ser superada.
Bram Stoker recurre a la estructura epistolar para redactar la novela, que se compone de una serie de cartas, notas de diario o recortes de prensa. De ese modo, el lector accede al argumento mediante lo que cuentan estos escritos, que parecen recopilados a modo de crónica de los hechos, lo que dota de mayor verosimilitud a la ficción inventada por el autor.
La novela presenta las anotaciones del diario personal de Jonathan Harker. Un conde de Transilvania llamado Drácula solicita sus servicios como asesor y gestor para la compra de una mansión en Londres. Harker viaja hasta Transilvania para reunirse con el conde y hablar de este encargo. El conde aloja a Jonathan Harker en su castillo; a los pocos días el joven percibe una inquietante conducta en su anfitrión, que sólo se deja ver de noche y no se refleja en los espejos. Harker observa que se ha convertido en un prisionero del castillo; en Londres, su prometida Mina Murray empieza a preocuparse por su tardanza.
Drácula viaja a su recién adquirida mansión de Inglaterra, en un barco que misteriosamente alcanza su destino sin tripulantes y con el capitán muerto. Por su parte, Mina recurre a la compañía de su amiga íntima Lucy Westenra para pasar una temporada. Lucy comienza a presesentar extraños síntomas de salud, que acaban por enfermarla. Al no mejorar, su prometido y un amigo acaban pidiendo ayuda al doctor Abraham Van Helsing, un atípico médico especializado en vampirismo. Sin que Van Helsing pudiera hacer nada por evitarlo, Lucy muere.
Jonathan Harker consigue escapar y, tras casarse con Mina, llegan a Londres. Los ataques de vampiros inundan de terror a toda la ciudad y Mina acaba siendo víctima del conde Drácula, que la seduce y vampiriza. Mediante sesiones de hipnosis a Mina, que en su proceso de transformación a no-muerta tenía acceso a la mente de Drácula, el grupo de hombres intenta conseguir información para acabar con la vida del rey de los vampiros.
Drácula es un no-muerto, necesita la sangre de otros para rejuvenecer, matar le da la vida. Es un ser que goza de la inmortalidad a cambio de la muerte de los demás y que puede condenar a cualquiera a esta eternidad indeseable.
Sobre la novela de Bram Stoker se ha hablado mucho desde que fue publicada. De ella el mismísimo Oscar Wilde dijo que era la mejor obra de terror de todos los tiempos y a esto le añadió que era "la novela más hermosa jamás escrita". Curiosa definición, terror y hermosura asociadas en una simbiosis que parece imposible. Este es quizás el mayor logro de la novela, tan espantosa como bella y delicada.
El personaje del conde Drácula creado en esta novela es uno de los grandes mitos que traspasa los límites de la literatura (gracias en parte al cine), de tal modo que su imagen pertenece al imaginario colectivo. Bram Stoker consiguió hacer de "Drácula" una obra intemporal, que desafía a la muerte tanto como su protagonista.
Curiosidades: - La novela "Drácula" hereda muchos de los mitos que su autor escuchó en leyendas populares de origen eslavo o leyó en relatos sobre vampiros. Además se cree que el personaje del conde Drácula está basado en Vlad Tepes, Príncipe de Valaquia en Rumanía (también llamado "Vlad el empalador"), que llamó la atención de Bram Stoker por las historias que se contaban sobre él, de gran atrocidad y sadismo. Parece ser que Stoker también se basó en la condesa Erzsébet Báthory, que según se cuenta reclutaba doncellas en su corte, que después asesinaba para beber su sangre y bañarse en ella, pensando que esto le devolvería la juventud.