La Historia de la humanidad no sólo se compone de importantes hazañas, batallas épicas e impresionantes descubrimientos tecnológicos; conocer las transformaciones que han sufrido los objetos habituales o el origen de los hábitos cotidianos puede dar mayor información sobre el hombre y su cultura que las grandes gestas que rellenan las páginas de los libros de Historia.
Al menos esto es lo que piensa Bill Bryson y, con toda seguridad, la conclusión a la que llegará el lector cuando concluya "En casa. Una breve historia de la vida privada".
Con esta brillante idea en mente, Bryson se basó en su propia casa -una bonita y antigua rectoría anglicana de Nordfolk- como punto de partida de su investigación. Recorrió cada una de las habitaciones revisando minuciosamente cada uno de los elementos que había en ellas, para después investigar en profundidad sobre el origen y el recorrido histórico de cada uno de ellos.
¿Cuándo se popularizó el cuarto de baño? ¿De dónde viene el concepto de mueble? ¿Quién introdujo las patatas fritas? ¿Por qué los tenedores tienen cuatro puntas? ¿Cómo cortaban hace años el césped en Central Park? ¿Cómo se las apañaban antes para conservar la comida? Estas y mil preguntas más tienen respuesta de la mano de Bryson y través de ellas es posible dibujar la trayectoria histórica que ha sufrido el dormir, la higiene, la alimentación o la práctica del sexo, por nombrar sólo unas cuantas.
"En casa. Una breve historia de la vida privada" es un libro ingenioso, divertido, instructivo y entretenido que ofrece multitud de anécdotas. Así, con esta curiosa información, puede construirse una película de los hechos que relate la evolución del modo de vida hasta llegar a nuestros días y obtener una visión global de la historia de la humanidad a través de objetos extraidos de la vida doméstica. Una lección de Historia muy fiel a la realidad porque, como dice Bill Bryson, "La Historia es básicamente montones de gente haciendo cosas normales".