La señora Dalloway (Virginia Woolf)-Trabalibros
La señora Dalloway
Ficha técnica:
Editorial: Lumen
ISBN: 9788499899701
Número de páginas: 272
Género: Narrativa
Valoración:
«Tenía la perpetua sensación, mientras contemplaba los taxis, de estar fuera, fuera, muy lejos en el mar, y sola; siempre había considerado que era muy, muy peligroso vivir, aunque sólo fuera un día». Virginia Woolf narra los devenires de Clarissa Dalloway durante un único día de su vida, un día en el comienza paseando por Westminster y terminará con una fiesta que ella celebrará en su casa. Unas pocas horas son suficientes para que Virginia Wolf cree esta obra.

Clarissa Dalloway es la protagonista de este día. Es una mujer acomodada que lleva una vida aparentemente banal entre fiestas y reuniones. Sin embargo, Clarissa anhela y busca una intimidad que su vida no la concede. Es un personaje con una fuerte carga sentimental en comparación con el resto de ellos. Su carácter y sus anhelos hacen que cada una de las fiestas que ella organiza cuente con las personas necesarias y oportunas; y que cada una de estas personas encuentre su sitio en la fiesta; a la vez que se esfuerza en que cada fiesta sea significativa para sus invitados. Está casada con Richard Dalloway, que compensa la carga emocional de su esposa siendo prácticamente incapaz de decirle un “te quiero” a ella.

Otro de los personajes destacados es Septimus Warren Smith; a través de él conoceremos los horrores que la Primera Guerra Mundial ha dejado tras de sí en las personas normales, las personas de la calle. Junto con Clarissa, soporta la carga sentimental de la novela. Casi podría decirse que se trata de un desdoblamiento de un mismo personaje.

Peter Walsh es un antiguo pretendiente de Clarissa. Representa la crítica. Después de haber estado ausente de la ciudad, regresa y se muestra crítico con sus viejos amigos, ese tipo de crítica que la distancia facilita, pero que a la vez es la misma que deberíamos hacer en primera persona y no somos capaces. 

¿Qué temas nos deja Woolf en el desarrollo de un solo día de una mujer que solo encuentra entretenimiento en organizar fiestas? Con esta base seguro que ninguno… ¡Ah no! Bastantes. La autora habla de las clases sociales en Inglaterra tras la Primera Guerra Mundial (y de las consecuencias de esta guerra); el sentimiento de pertenencia a un nivel social determinado que tiene la clase alta, sus apellidos, su tradición familiar. Concede una importancia grande al tiempo; al fin y al cabo se trata de una novela que se desarrolla en pocas horas, por lo que cada detalle tiene un gran valor, y a la vez el paso de los minutos es un reflejo del paso de los años en la vida de una persona, cada vez más cerca de la muerte; de hecho esta historia narra un fallecimiento. En conexión, el miedo a la muerte es una cuestión que no deja de estar presente tanto en Clarissa como en Septimus y Peter (los tres personajes con mayor carga sentimental); la muerte es algo normal, y Clarissa parece estar reconciliándose con este hecho durante la narración, para normalizarla aún más; pero no la muerte en general, la suya propia.

Virginia Woolf quiere destacar el valor del pasado. La fiesta que organiza la protagonista es un cúmulo de recuerdos que se entrelazan con las vidas presentes de los invitados. También del sufrimiento, tanto físico como sentimental, y la represión que los personajes viven, por mucho que quieran aparentar normalidad y felicidad con sus vidas (la propia Clarissa muestra una cara satisfecha con sus reuniones sociales, mientras que en su interior se debate por alcanzar un nivel de intimidad, de privacidad, de reconocimiento de los sentimientos que no puede disfrutar).

Si algo es innegable en esta obra es el uso de símbolos. Por ejemplo, las flores, Clarissa aparece en escenas relacionadas con flores de forma constante, se siente cómoda entre ellas; por el contrario su marido, Richard no se ve cómodo con las flores. Las flores representan los sentimientos, así, los personajes que más muestran, o querrían demostrar, sus sentimientos se desenvuelven cómodamente en estas escenas. El Big Ben, un símbolo en sí mismo, representa tanto la tradición (recordemos lo que decíamos sobre las clases sociales anteriormente) como el paso del tiempo y la importancia en el día a día y en el acercamiento a la muerte.

La narración se hace principalmente desde el punto de vista de la señora Dalloway, pero se encarga de ello un narrador omnisciente que conoce hasta los pensamientos de los personajes. En este caso, el narrador se permite la licencia de cambiar de puntos de vista y penetrar en la mente de cada personaje cuando entran en escena; así podemos conocer los pequeños detalles que son importantes para cada uno de ellos. El narrador deja claro que se posiciona contra la opresión que muchos de los personajes sienten (como consecuencia de las secuelas de la guerra, cuestiones sociales…) y se encarga de resaltar el perfil más triste de las historias, aunque en algunas ocasiones se aprecia un ligero tono de humor.

Para cerrar esta breve reseña, hay que destacar la aparición continua de la figura de Shakespeare y su poesía, vinculado al lado sentimental de los personajes. Quizá esta fue la forma que eligió Virginia Woolf para dejar claro que pretendía llevar a su prosa las técnicas de su verso. 
Enviado por: Irene Muñoz Serrulla
Curiosidades:
- Adjuntamos el enlace a la página web de Irene Muñoz Serrulla, la autora de esta reseña:
http://www.ims-correcciondeestilos.es/
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