Un hombre que duerme (Georges Perec)-Trabalibros
Un hombre que duerme
Ficha técnica:
Autor: Georges Perec
Editorial: Impedimenta
ISBN: 97884963711061
Número de páginas: 131
Género: Narrativa
Valoración:
El protagonista de esta novela estudia sociología en París. Vive en una buhardilla de 5 m2. Tiene 25 años, 29 dientes, 3 camisas, 8 calcetines, algunos libros que no lee y algunos discos que no escucha. Su vida ha perdido la tensión que lo impulsaba hacia delante y hacia arriba. En su interior "algo se ha roto" y deja de hacer los gestos cotidianos que estructuraban su día a día. De forma no premeditada, sustituye la acción por la evitación. Al darse cuenta de que no sabe vivir ni sabrá jamás y de que ha perdido el cálido respaldo del mundo, se deja invadir por la abulia y la laxitud física y mental. No quiere hacer, no quiere actuar, ya sólo quiere durar, esperar con desgana hasta que no haya nada que esperar.

Nuestro protagonista ha dimitido de la vida convencional, se ha apartado del "camino recto, de las bellas certezas". Ahora desliza su mirada ausente y neutra por las grietas del techo de su habitación y deambula por los bulevares parisinos como una sombra errante, como un flâneur en busca del paseo perfecto. Sin proyectos, sin deseos, sin ganas de emprender, continuar o perseverar, el estudiante de sociología fundamenta su nueva vida en el no-querer y en la ausencia de interés. La voluntad de vivir es sustituida por un dejarse llevar, por una deriva hacia una posición existencial sedente e inmóvil, en la que se sustituye el ir hacia por el quedarse en. Ello supone "derrumbar jerarquías y preferencias", desacostumbrarse del todo para reacostumbrarse a las nuevas rutinas: la soledad, la paciencia, el silencio y la indiferencia.

Esta indiferencia tranquila y neutral, que no tiene principio ni fin, que no es ignorancia ni hostilidad, le llevará hacia una serenidad carente de tedio y amargura, hacia un "paréntesis venturoso" muy parecido a la ataraxia estóica o al wu-wei taoista, al ser no siendo, al hacer no haciendo.

Este irse desnudando, irse desprendiendo como protesta frente al imperativo antropológico de la "lucha por la supervivencia" o la obligación social de la iniciativa, la tenacidad y el triunfo, ¿suponen una huída de la vida o una vida basada en la huída? Creemos que se trata más de lo segundo, de un vivir huyendo de todo aquello que encadena, que presiona nuestra existencia hasta hacerla encajar en los moldes convencionales de lo correcto, lo esperado, lo acostumbrado, de todo lo que convierte nuestro día a día en una secuencia previsible e inevitable, en una aventura predeterminada, susceptible de tutela y manipulación.

Tras esta huída, el estudiante de sociología cree que va a llegar a una nueva provincia ontológica en la que el ser se sumergirá en lo inagotable, a una tierra sin mojones ni agrimensores en la que cada uno inventará su camino, persiguiendo en la espesura luces y formas mágicas ("se trata sólo de perderse, de nuevo, para siempre, cada vez más, de errar sin fin, de hacer el sueño"). Pero está equivocado, tras la embriaguez inicial que provoca el falso grado de libertad obtenido y la aparente sensación de ser invulnerable al exterior llega, de forma insidiosa, la soledad, el miedo, el peso de la historia o, como diría Cioran, la caída en el tiempo. Instalarse en la indiferencia no le ha hecho diferente, la ansiada neutralidad ha sido inútil ("no ha ocurrido nada: ningún milagro, ninguna explosión"). La experiencia de poner en suspenso a la vida no ha hecho a nuestro protagonista más sabio, ni lo ha vuelto en realidad indiferente, ni siquiera ha dibujado en su rostro la sagrada locura; tampoco lo ha matado, como a Bartleby tan sólo lo ha convertido en un sonámbulo, en un hombre que duerme.
Enviado por: Bruno Montano
Otros libros de este autor:

El gabinete de un aficionado

El secuestro

La vida instrucciones de uso

Las cosas

Lo infraordinario

La cámara oscura

Georges Perec-Trabalibros
Las cosas (Georges Perec)-Trabalibros
La vida instrucciones de uso (Georges Perec)-Trabalibros
El gabinete de un aficionado (Georges Perec)-Trabalibros
Libros con curiosas coincidencias:
En un párrafo de la página 123 del libro de Perec editado por Impedimenta se hace una referencia directa al ya legendario personaje de Melville, el escribiente que prefería no hacerlo. De hecho, se considera que "Un hombre que duerme" pertenece a la denominada ya "literatura Bartleby".
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