Las situaciones de crisis son momentos clave que siempre preceden a grandes cambios. Cuando los problemas son de importante gravedad, es más necesario que nunca ser optimista para tener la fuerza necesaria que logre realizar un cambio global del planteamiento. De este modo Eduard Punset pretende inyectar una dosis de vitalidad a la maltrecha sociedad afectada por la crisis, a través de su "Viaje al optimismo".
Los acontecimientos dan pistas sobre algunas cosas que nunca volverán a ser igual. La repercusión de las redes sociales en internet y de movimientos como el 15M han dado protagonismo a la voz de la calle. De este modo la opinión de la sociedad tiene ahora vías directas para expresarse y por tanto, según Punset, los políticos deberán detectar esta "empatía social" y será posible escuchar proyectos innovadores ideados por empresarios, investigadores o ciudadanos.
Eduard Punset defiende que "en tiempos de crisis es el momento de incluir a los jóvenes en el liderazgo nacional", una estrategia evolutiva que permitiría renovar ideas y estrategias, aprovechando el empuje de las nuevas generaciones. Considera además que deben intervenir de forma activa, ya que son "los que tendrán que enfrentarse a las decisiones tomadas en el futuro".
También asegura que, ahora más que nunca, sería conveniente que la sociedad se mantuviera unida en lugar de separarse en izquierdas y derechas, un defecto que acarrea España, ya que un grupo unido tiene mucha más fuerza que dividido y la unión fomenta la satisfacción de sus integrantes. Incide además en la necesidad de "aprender a desaprender" y en la gestión de las emociones como herramienta para la búsqueda de la felicidad y propone invertir en aprendizaje social y emocional.
Este libro de Eduard Punset pretende dar al lector un baño de optimismo con argumentos científicos. Uno de ellos es el aumento de la esperanza de vida, que se incrementa una media de 2,5 años cada década, y la especialización de la medicina, que ha alcanzado niveles importantes y tenderá sobre todo hacia la prevención. Alega que la crisis no es mundial, sino que está localizada en unos "países específicos que cometieron errores notables, como vivir durante años por encima de sus posibilidades". Por tanto, para resolverla será necesario "encontrar la causa del problema".
Punset sabe que, ante las dificultades, la actitud más sana es ser optimista y en "Viaje al optimismo. Las claves del futuro" hace uso de su bagaje intelectual y científico para impulsar al lector hacia la esperanza. Aconseja hacer un esfuerzo individual para ser feliz ayudándose de las relaciones personales y de las redes sociales. El contacto con los demás es muy positivo, porque "la felicidad es más contagiosa que la infelicidad". Para este inteligente divulgador, “el pasado fue siempre peor, y no hay duda de que el futuro será mejor".