La biblioteca de los muertos

¿Existe el destino? ¿Y si todo estuviera escrito, incluso la fecha de nuestra muerte?

Glenn Cooper nos cuenta en "La biblioteca de los muertos" la inquietante historia de un niño analfabeto del siglo VII que vive en la abadía de Vectis, una abadía británica medieval donde convive con los monjes. Octavus es un niño maldito: la leyenda dicta que está dotado de poderes diabólicos, por ser el séptimo hijo de otro séptimo hijo. 

Discurre el año 777. Octavus empieza a escribir una lista donde aparecen varios nombres con fechas asignadas, sin ninguna lógica aparente. El texto del niño comienza a cobrar sentido el día en que se produce una muerte en la abadía y, aterrorizados, los monjes comprueban que la identidad del cadaver y el día en que falleció coincide con uno de los nombres y fechas de la lista.

Simultáneamente la novela trata otra misteriosa historia que se desarrolla en la actualidad. En Nueva York han encontrado nueve cadáveres, a los que les une un suceso en común: todos ellos habían recibido una postal con la imagen de un ataúd en la que se anunciaba la fecha de su muerte. Parece obra de un asesino en serie, al que bautizan como el asesino del Juicio Final.

La investigación del caso es asignada al agente especial Will Piper del FBI, que fue un experto en asesinos en serie, aunque ahora está próximo a la jubilación y le invaden los problemas personales. Como colaboradora le acompaña Nancy Lipinski, una policía novata que utiliza métodos de trabajo muy diferentes a los de Piper. 

A pesar de que en un principio nada parece tener sentido, las averiguaciones de esta pareja de agentes van avanzando y les conducen a un terreno muy peligroso, más de lo que nunca hubieran podido imaginar.