1296. Isla de Wight, Inglaterra.
La joven
Clarissa no tiene fuerzas suficientes para acatar su destino. Su paso por la
Abadía de Vectis no podría ser más desafortunado y ahora, tras la violación, lo único que la amarraba a este mundo era el fruto que sentía crecer en su vientre. Desconocía a qué oscura trama obedecían las monjas, por qué colaboraban en este plan macabro del que ahora también ella era partícipe. No era la primera, otras novicias como ella habían pasado por el mismo trance y a todas les habían arrebatado a sus hijos. No, a ella no se lo quitarían como a las demás. En su mente atormentada sólo cabía una respuesta posible: decididamente, debía huir con su niño.
1775. Isla de Wight, Inglaterra.
Benjamin Franklin, una de las mentes científicas más preclaras del momento, asiste a un descubrimiento que cambiará su vida e influirá en la de millones de personas. Conducido por las palabras de una joven que le aseguran la existencia de Dios y prometen demostrarle que el destino está escrito, el anciano
Franklin se dispone a explorar el oscuro subterráneo donde se oculta celosamente uno de los mayores enigmas de la humanidad.
2026. Panama City, Florida.
Un maduro detective y antiguo agente del
FBI de nombre
Will Piper disfruta de unos días en la playa junto a su hijo
Phillip. Will prefiere el clima soleado y la tranquilidad de Florida, al contrario que su esposa
Nancy, más aficionada al carácter cosmopolita de una ciudad como Washington. Los dos forman una pareja sólida a pesar de vivir en lugares distintos, lo cual le permite a ella desempeñar su cargo en el
FBI y a él estar cerca del mar.
A pesar de escoger una vida tranquila, el pasado de
Will Piper le persigue allá a donde va. Todavía sigue siendo un personaje muy popular, a pesar de que hace ya varios años que destapó un extraño caso que conmocionó al mundo. Todo empezó con una serie de
postales anónimas que alguien enviaba y que contenían un mensaje muy peculiar: la fecha en la que iba a morir el destinatario. Curiosamente, el fallecimiento sucedía siempre en el día exacto señalado. Desde que
Will Piper dio con la clave del misterio y los medios de comunicación se encargaron de difundir la existencia de una
biblioteca subterránea compuesta por un gran número de volúmenes en los que se indicaban todas las fechas de nacimiento y de muerte futuras, nada volvió a ser igual. Conocer que el
9 de febrero de 2027 sería la fecha del fin de la humanidad no ayudaba a mantener el optimismo y las ganas de vivir, sobre todo teniendo en cuenta que tan sólo faltaban unos pocos meses para alcanzarla. Pero el grupo de escribas que ejecutó este trabajo monumental en la
Abadía de Vectis no se había equivocado en sus predicciones ni una sola vez.
Ahora que se acercaba la
fecha del fin del mundo una nueva serie de postales anónimas han vuelto a hacer acto de presencia siguiendo el mismo patrón. La única diferencia es que, en este caso, todos los destinatarios son chinos. Por otra parte, la repentina desaparición de
Phillip y el mensaje de ayuda que éste envió a su padre sugieren que quizás el misterio que descifró Will hace años sigue vigente y que la historia de los
escribas todavía no ha llegado a su fin.