«Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera».
"
Pedro Páramo" es un clásico de la literatura en habla hispana y su comienzo es conocido incluso entre los amantes de los libros que no lo han leído. Anticipa una novela nada convencional que sin duda dejará huella en el lector, para bien o para mal…
La narración se divide en dos tramas: por un lado,
Juan Preciado nos cuenta en primera persona su viaje a
Comala para conocer a su padre y rendirle cuentas, tal y como le prometió a su madre. Son unos días intensos, en los que conoce realidades del lugar en el nació, de su propia vida y de la de su madre. Por otro, tenemos la historia de
Pedro Páramo, un latifundista del México rural. Su vida la conocemos a través de un narrador en tercera persona, que va variando el punto de vista por varios de los habitantes de Comala.
El contexto histórico de la novela nos traslada a uno de los hechos más importantes del país: la revolución mexicana. Se evidencia la crítica hacia los latifundistas que explotaron y maltrataron a la población y ocasionaron al abandono de las zonas rurales. Esto hizo que se clasificara dentro del género de la novela revolucionaria; sin embargo, el propio
Juan Rulfo la definió en una entrevista como de temática humana, ya que también trata de los sentimientos y la actitud de Pedro Páramo hacia la mujer de la que siempre estuvo enamorado.
Tanto la trama de Juan Preciado como la de
Pedro Páramo están divididas en capítulos muy breves, con comienzos y finales súbitos. Se intercalan y no hay ninguna indicación de a cuál de las dos historias pertenece cada uno; es el lector quien, sobre la marcha, debe darse cuenta. Esto añade cierta dificultad a la lectura, que aumenta si tenemos en cuenta que los capítulos sobre la vida de Pedro Páramo están cronológicamente desordenados. Este vaivén de tramas y cronologías da una sensación de caos; no obstante, al poner la suficiente atención a la lectura se resuelve que no hay cabos sueltos y en realidad es un desorden meditado y trabajado.
La vida y la muerte, la realidad y la ficción se entremezclan de manera natural tras las palabras de
Juan Rulfo en esta novela corta de
realismo mágico. Con un lenguaje coloquial y conciso y muchos mexicanismos nos presenta esta obra que gira en torno a la búsqueda de los orígenes y el conocimiento del pasado; a la muerte, la soledad y al amor.
Como he comentado al principio, "
Pedro Páramo" deja huella, en uno u otro sentido. O gusta o no gusta; no hay término medio. A mí me ha gustado; de hecho, me ha maravillado ese desorden estructural, la prosa austera pero efectiva de
Rulfo y su experimentación con los recursos narrativos. Si bien es cierto que la lectura no es fácil y requiere un esfuerzo extra para hilar todos los retazos, es un esfuerzo que merece la pena. Eso sí, queda pendiente una segunda lectura para absorber toda su esencia, ya con las ideas más claras.