Dostoyevski conoció de primera mano el infierno del juego. El genio ruso de la literatura probó suerte en las ruletas de Wiesbaden y Baden-Baden- balnearios en los que se camuflaban los casinos más importantes de la Europa Occidental del momento- hasta perder el último céntimo. "El jugador" es un libro que tuvo que escribir por necesidad, a la edad de 45 años, cuando las deudas le acuciaban y su mala situación económica empeoró al morir su hermano Mijail y tener que hacerse cargo de la viuda y sus 5 hijos.
Dostoyevski tuvo que aceptar más trabajo del que era capaz de desarrollar y se vio obligado a comprometerse con dos editores distintos a entregar a cada uno una novela inédita en el plazo de 1 año. Toma la decisión de dedicar las mañanas a la escritura de "Crimen y castigo" y las tardes a "El jugador", aunque pronto se ve totalmente absorbido por la primera. Al cabo de unos meses, Dostoyevski tiene que contratar los servicios de una joven taquígrafa para poder cumplir su compromiso editorial y "El jugador" toma forma en tan solo 3 semanas, el tiempo que Dostoyevski precisó para dictarle a Ana Snitkina la novela. Al año siguiente, esta taquígrafa se convertía en esposa del escritor.
En "El jugador" Dostoyevski traslada sus propias experiencias en el juego a su obra, sus obsesiones, las pasiones incontrolables que le llevaron a la ruina y que le hicieron recaer en esta adicción al poco de terminar el libro. Esta novela retrata a la perfección la psicología del jugador y el oscuro trastorno de la ludopatía, mientras se desarrolla una trama divertida y trepidante.
Alexei Ivánovich, el protagonista, un ruso pobre aunque culto que vaga sin rumbo fijo, cometiendo estupideces, dejando pasar oportunidades y poniendo su futuro en manos del azar sin poder dominar la fiebre del juego, bien podría ser el propio Dostoyevski. Polina, la reina de corazones, la deseada, toma su nombre de la amante que Dostoyevski tuvo mientras estuvo casado con su primera mujer y que le acompañó en sus correrías por los casinos.
El resto de personajes -el orgulloso general, De Groullet (el elegante francés, sibilino y manipulador), Mister Astley (el inglés flemático, imperturbable), Mademoiselle Blanche (la eterna novia del general, una francesa cazafortunas tan seductora como interesada) se unen a Alexei y Polina conformando un grupo internacional de pillos buscavidas que frecuentan los casinos mientras su dinero cae por la pendiente de la montaña rusa de la ruleta, aferrándose a su única oportunidad: hacerse con la herencia de la abuela, a la que suponen próxima a la muerte. Supuesto que la abuela se encarga de desmentir en primera persona, apareciendo como un torbellino y revolucionando con su presencia al mundo ficticio que este grupo de simpáticos sinvergüenzas se habían esforzado tanto en orquestar.