Haití, mar Caribe, siglo XVIII. Un régimen atroz permitía que existieran más de medio millón de esclavos a manos de 24.000 ciudadanos libres. Subsistían en condiciones inhumanas, explotados por sus amos. Su vida no tenía ningún valor y raramente sobrevivían más de cinco o seis años. No tenía importancia, en cuanto alguno moría era sustituido por otro.
En este entorno vive Zarité, la protagonista de "La isla bajo el mar". Zarité era una niña mulata que a los nueve años fue vendida como esclava a Toulouse Valmorain, un francés que tenía en propiedad una importante plantación de caña de azúcar en Santo Domingo. Allí su vida no es fácil; la crueldad, el maltrato a los esclavos es algo habitual, incluso es obligada a mantener relaciones sexuales con su amo. No obstante, el trabajo de Zarité se centra en las tareas domésticas y más adelante en cuidar a Maurice (hijo del amo) y a Rosette (hijo de ambos), tareas mucho menos duras que las labores del campo, así que a pesar de ser una esclava se siente afortunada.
Zarité se convierte en una mujer fuerte, de alma bondadosa y honesta. Su grupo de amistades más cercano está formado por varias mujeres mágicas y extraordinarias: la curandera Tante Rose, la mulata cortesana Violette, la protectora regente del burdel Loula o la cocinera Tante Matilde. La solidaridad y fuerza de ánimo que existe entre ellas hace más llevadera su vida y sirve de ayuda a nuestra protagonista para recorrer el camino hacia la libertad. También la introducen en el mundo de la espiritualidad, que en su amarga condición se convierte en un elemento vital.
Isabel Allende refleja en "La isla bajo el mar" la cruda realidad de la esclavitud narrando cuarenta años de la vida de Zarité. La situación de los esclavos es insostenible y la desesperación les lleva a organizar rebeliones buscando la igualdad entre los hombres. En el transcurso de una de ellas se produce un gran incendio y Valmorain huye junto con Zarité. Nuestra protagonista demuestra ser una luchadora incansable y sobre todo una resistente; al final sus esfuerzos dan fruto y consigue alcanzar la libertad que tanto anhela y con ella la felicidad y el amor.
No pensemos que este es un asunto resuelto. Como explica Allende, actualmente hay cerca de 27 millones de personas en todo el mundo soportando algún tipo de esclavitud. De todas ellas, las mujeres y los niños son los más desfavorecidos. En un momento histórico en el que a los países desarrollados les gusta ondear la bandera de los Derechos Humanos nos damos cuenta de que todavía queda mucho por hacer.
"La isla bajo el mar" remueve nuestras conciencias de ciudadanos occidentales del primer mundo. También debería remover las de los gobernantes y cargos públicos que, si tienen la posibilidad de mejorar esta situación de alguna forma, están en la obligación moral de hacerlo.
Curiosidades: - Isabel Allende consideró apropiado situar la historia dentro de la cultura haitiana porque está plagada de elementos mágicos y sobrenaturales. Esto, según la autora, dota a las personas de una dimensión espiritual que escapa a la dominación física.
- Mientras la autora se documentaba y escribía sobre la esclavitud para preparar "La isla bajo el mar" se vió tan afectada psicológicamente por las atrocidades que descubría que cayó enferma del estómago sin causa aparente. Permaneció así hasta que dió por finalizado este libro.