Abbi Waxman (Inglaterra, 1970) llega en español con su novela "El jardín de los nuevos comienzos" (es curiosa la licencia de la traducción, "The garden of small beginnings" —El jardín de los pequeños comienzos, es su traducción literal—). Es un libro fresco, de los que te invitan a leer unas páginas más para descubrir cómo avanzan Lilian y el resto de personajes a lo largo de la novela. No sé si decir que se trata de una novela dedicada a la muerte o a la vida, porque en definitiva ambas son las dos caras de la misma moneda.
Lilian es madre de dos niñas, de cinco y siete años, que perdió a su marido hace ya cuatro años en un accidente de tráfico delante de su propia casa. Este jardín novelado es el renacer de Lilian. Su familia se ha encargado de ella en los primeros momentos del duelo, cuando ella era incapaz de seguir con su vida y tuvo que ser ingresada por unos meses. Sus hijas echaban de menos a su madre, y la mayor también a su padre. Los suegros de Lilian también se involucraron en su recuperación. Llega un momento en el que Rachel, la hermana pequeña de Lilian, le habla claro respecto a los sentimientos de todos ellos y la muerte de Dan, el marido de Lilian. Rachel, en un momento de dificultad etílica le dice que todos habían sufrido por la muerte de Dan, que Lilian no era la única que había perdido a alguien con su muerte, que ella misma, las niñas, la familia de Dan… todos habían perdido mucho, pero que Lilian era incapaz de ver más allá de sus sentimientos. No quiero equivocar a nadie, la relación entre las dos hermanas es magnífica; pero a veces la sinceridad es la base de una buena relación fraternal…
La cuestión es que "El jardín de los nuevos comienzos" es una oda al resurgir de una persona, y su alrededor, tras un gran y duro infortunio. Lilian poco a poco va remontando su dolor y va comprendiendo que rehacer su vida sentimental no es una traición a Dan ni a sus hijas. Que no solo se trata de vivir con el piloto automático para cumplir con los demás, con las necesidades de sus hijas y con el trabajo. Que su vida, la vida de una mujer todavía joven, merece una segunda oportunidad, aunque solo sea salir y divertirse con amigos.
Un curso de horticultura tiene la culpa. Lilian es ilustradora de libros y recibe el encargo de ilustrar una enciclopedia de vegetales. Su jefa se compromete en su nombre a que esta asistirá a un curso de horticultura. Los asistentes a este curso son personajes de lo más variopinto, y de una forma u otra se ven involucrados en la vida de Lilian. Conocemos algo de la vida de todos ellos, y de los profesores y ayudantes también; todos ellos terminan teniendo su importancia en la historia.
Lo más interesante de este libro es, como decía al principio, la necesidad que despierta en el lector de seguir leyendo y conocer cómo avanza la historia. A veces recuerda al estilo de Marian Keyes, con ese humor que subyace en algunas partes de la novela, a pesar de la tragedia que la sustenta. Como las obras de Keyes, esta obra de Waxman se puede calificar como chick lit, aunque aquí los personajes masculinos tienen un peso importante, es secundario, y la fuerza de la protagonista tiene sustento en las personas que la rodean y la quieren, pero no impide que Lilian sea la principal protagonista, independiente (aunque su vida gira en torno a sus hijas) y con algo de romanticismo en la trama.
La lectura es entretenida, con momentos de sonrisas y de tristeza; con una presentación de los personajes decorosa y que nos permite entender las relaciones entre ellas, e incluso predecir el futuro (el que cada uno quiere que ocurra, claro está); la narración es lineal en el tiempo, con momentos de reminiscencias que nos ayudan a entender la situación sentimental de Lilian y las relaciones entre todos los personajes. En esencia, este libro despierta sentimientos y te hace pensar en los tuyos propios. Lo cual, no es poco.