¿Será posible ser una mujer independiente en una sociedad que solo valoraba su capacidad de reproducción y su rol en el matrimonio? Con el fin de mostrar a los lectores la complejidad de las relaciones sociales y los prejuicios de clase en Inglaterra del siglo XIX, a través de la evolución de sus personajes. Es por ello, que estamos de acuerdo con la ideología de Elizabeth Bennet quien cuestiona el rol femenino tradicional y denuncia la falta de opciones reales para las mujeres en el siglo XIX, rechazando matrimonios por conveniencia, defiende su dignidad, demostrando que las mujeres deben ser valoradas por su inteligencia y carácter. Reivindica el derecho de las mujeres a pensar, decidir y ser tratadas como iguales. En esta reseña argumenta que la novela no solo es una clásica historia de amor, sino que es un análisis profundo del rol que cumple la mujer, tanto en la actualidad como en ese tiempo.
Inicialmente, el personaje de Elizabeth rechaza a Collins con ironía demoledora, dejando claro que su negativa es definitiva y que nunca podrían ser felices juntos. Al mencionar que incluso lady Catherine la vería como la peor opción para él, expone la arrogancia de Collins al asumir que el rechazo femenino no es sincero; mientras Elizabeth defiende su libertad con sarcasmo, convirtiéndose en un modelo de integridad. La escena muestra cómo Austen usa el humor para desafiar las normas sociales de la época. El "Mi negativa es muy en serio"(p. 102) de Elizabeth revela una lucha atemporal: la invalidación de los "no" femeninos. Este diálogo, aparentemente cómico, desnuda el machismo de esa época y resulta revolucionario, demostrando cómo Austen hace reflexionar sobre la arrogancia que menosprecia la autonomía femenina, un tema que sigue vigente hoy. Como señala la socióloga Sylvia Walby: "El feminismo es un proyecto tanto analítico como político, que busca deconstruir las estructuras de poder que históricamente han negado agencia a las mujeres" (Walby, Teorizando la patriarquía, 1990)
En la novela Elizabeth nota con melancolía cómo su amistad con Charlotte se ha enfriado desde que esta aceptó casarse con Mr. Collins por conveniencia. Aunque comprende que, como mujer sin fortuna, era la opción más sensata, le duele que su amiga haya sacrificado sus sentimientos por seguridad económica. (p. 140). En primer lugar, Austen retrata con ironía este dilema femenino de la época victoriana, donde mujeres inteligentes como Charlotte debían renunciar a su autenticidad para asegurar su futuro. El pasaje expone crudamente cómo el sistema social limitaba las opciones de las mujeres, obligándolas a elegir entre el ideal romántico y la supervivencia práctica, una crítica que sigue resonando en la actualidad al reflexionar sobre las presiones que aún enfrentan las mujeres.
Elizabeth enfrenta a Darcy con su contundente "mi valor crece cuando alguien intenta intimidarme"(p. 163), demostrando su fortaleza ante las convenciones sociales. Este diálogo revela su esencia: una mujer que convierte la presión en empoderamiento, usando el ingenio como arma y el humor como defensa. De igual manera, Austen plasma aquí un manifiesto de autonomía femenina, mostrando cómo Elizabeth transforma los intentos de intimidación en oportunidades para reafirmarse. La escena encapsula una verdad universal - la resistencia fortalece el carácter - y ofrece una poderosa lección sobre cómo mantener la integridad ante la adversidad.
Asimismo Johnson (2019) señala que "Elizabeth Bennet encarna un feminismo incipiente al rechazar las limitaciones de género y clase, reclamando respeto como ser racional y moral". Del mismo modo, interpretamos que Elizabeth, con su actitud crítica y determinada, desafía las normas de su época, priorizando sus principios sobre convenciones sociales como el matrimonio por interés. Además, su postura no solo refleja autonomía personal, sino también una resistencia silenciosa a la opresión femenina. Coincidimos con Johnson en que su carácter representa una lucha por la dignidad individual, ya que Elizabeth elige la coherencia antes que la seguridad económica, un acto revolucionario para una mujer de su tiempo. Así mismo, esta reflexión nos lleva a valorar su figura como un símbolo temprano de emancipación, cuya relevancia persiste al cuestionar estereotipos que aún hoy restringen a las mujeres. Su legado invita a reafirmar que el respeto debe basarse en la razón y la integridad, no en roles impuestos.
Según Poovey (2019) destaca cómo "Austen usa a Elizabeth Bennet para criticar la opresión femenina en el siglo XIX, mostrando el dilema entre matrimonio conveniente o dignidad personal". Al rechazar al Sr. Collins, Elizabeth no solo defiende sus principios, sino que desafía un sistema que negaba la autonomía de las mujeres. Además, vemos en su actitud un símbolo de resistencia: prefiere la incertidumbre económica antes que traicionar sus valores. Por eso, esta postura nos hace valorar como gestos aparentemente personales, como elegir el amor sobre la conveniencia, contribuyeron a cambiar normas sociales. Elizabeth representa esa lucha histórica por reconocer a la mujer como ser pensante, no como mero objeto de transacción matrimonial. Así mismo, su legado nos recuerda que muchos derechos actuales surgieron de estas batallas silenciosas pero firmes.
Por otra parte, Gilbert y Gubar (2019) revelan cómo "Elizabeth Bennet subvierte los roles de género mediante el poder de su intelecto y diálogo, no con actos rebeldes explícitos. Su resistencia se manifiesta en la agudeza verbal, la coherencia entre pensamiento y acción, y la negativa a adoptar la pasividad femenina esperada.". Así mismo, interpretamos que Austen propone así un modelo de empoderamiento discreto, pero efectivo, donde la inteligencia y la integridad personal se convierten en armas contra las convenciones opresivas. De igual manera, Elizabeth demuestra que el verdadero cambio social comienza cuando las mujeres ejercen su derecho a pensar, expresarse y decidir autónomamente, transformando lo cotidiano en actos políticos. Su legado nos muestra que la resistencia puede ser tan elocuente como un discurso y tan poderosa como una decisión firme.
En conclusión, coincidimos con el pensamiento de Elizabeth Bennet, que pone en duda el papel femenino convencional y denuncia la escasez de alternativas auténticas para las mujeres, Mostrando que las mujeres deben ser apreciadas por su intelecto y personalidad. Así, Elizabeth desafía los roles de género con inteligencia antes que con gritos, mostrando en sus palabras y decisiones diarias, que la verdadera fuerza está en pensar y actuar con libertad. Austen revela cómo el sistema obligaba a las mujeres a elegir entre dignidad y supervivencia, dilema que persiste hasta hoy, si bien las opciones se han ampliado, muchas mujeres aún enfrentan presiones familiares, amicales y/o de índole económica. La resistencia de Elizabeth sigue siendo respuestas válidas a un sistema que cuestiona la autonomía femenina. Por ello, Austen nos recuerda que la batalla por la equidad comienza cuando una mujer ejerce su derecho a elegir.
Referencia
The proper lady and the woman writer : ideology as style in the works of Mary Wollstonecraft, Mary Shelley, and Jane Austen : Poovey, Mary : Free Download, Borrow, and Streaming : Internet Archive. (1984). Internet Archive. https://archive.org/details/properladywomanw0000poov/mode/2up
Austen, J. (1813). Orgullo y Prejuicio. Talleres Calpe. https://info-biblioteca.mincyt.gob.ve/wp-content/uploads/2024/06/Orgullo_y_prejuicioJane_Austen.pdf.