Desde el primer capítulo (que por cierto se titula "La pequeña de las Españas") hasta el último, "
La vida de los elfos" resulta una obra mágica. Su autora,
Muriel Barbery, se ha esforzado en encantar con su varita mágica cada una de sus páginas. El tono poético que ha utilizado constituye el condimento perfecto para construir "una novela sobre el poder de las historias, los sueños y la imaginación para construir un mundo mejor" y que transita por la cara oculta de lo real.
La imaginación, hermana secreta de la realidad, es la auténtica protagonista de su novela, mientras que las protagonistas oficiales son
María y
Clara, dos niñas que proceden de lugares muy distintos y que, sin embargo, están íntimamente unidas por un lazo muy especial: ambas, cada una de ellas a su modo, mantienen relación con el mundo de los
elfos. Se trata de un auténtico privilegio, ya que el mundo de los elfos es el se ocupa de la parte más hermosa y profunda del ser humano, la que tiene que ver con el arte, la fantasía, los sueños y el misterio. Y este don es el que hace que los caminos de María y Clara se crucen, tratando de torcer los planes de un elfo descarriado que amenazan a toda la humanidad.
Muriel Barbery se convirtió en una autora de superventas con la publicación de "
La elegancia del erizo", novela que se publicó en más de 30 países y que obtuvo el Premio de los Libreros franceses. Su primera novela, "Rapsodia Gourmet", fue publicada en España cuatro años después de la segunda. "
La vida de los elfos" llega casi nueve años después desde que "La elegancia del erizo" le otorgara fama a nivel mundial y, según afirma, es la primera entrega de una serie de dos o más volúmenes.