Trabalibros entrevista a Esther Ginés, autora de "El sol de Argel", publicado por Carena

martes, 19 de febrero de 2013
"La ficción es esa poderosa herramienta que siempre nos ata a la vida real, porque la interpreta, la analiza y la juzga".
Esther Ginés es una periodista literaria cuya trayectoria ha estado siempre vinculada a la escritura. "El sol de Argel" es su primera novela publicada, aunque es autora de otras dos. Ambientada en Madrid y narrada en primera persona por Martín, esta novela psicológica con tintes detectivescos habla "del peso de la identidad y de los engaños a los que nos conduce; de cómo muchas veces no somos quienes creemos o decimos ser, y de la imagen distorsionada que nos devuelve el espejo en el que nos miramos día a día". Es, en definitiva, "una historia de búsquedas, de encuentros y desencuentros. Un viaje que todos, en algún momento de nuestra vida, hemos emprendido".

El sol de Argel (Esther Ginés)- Trabalibros (T): Para Kafka la literatura era siempre una expedición a la verdad y la verdad algo vitalmente necesario. ¿Compartes esta poética? ¿Escribes porque necesitas la verdad o algo que se le parezca mucho?

- Esther Ginés (E.G.): Yo cambiaría el término verdad por honestidad y/o compromiso. Creo que toda escritura tiene que nacer de la honestidad del escritor y de un firme compromiso con la literatura y con la historia que desea narrar. Yo escribo, sobre todo, para encontrar respuestas a las cosas que no comprendo o que me generan incertidumbre. Para mí, la literatura sería ese viaje en busca de las respuestas…

- T: El sol que ilumina Argel en “El extranjero” de Camus abrasa a Meursault tanto en el entierro de su madre, al que asiste indiferente, como en el asesinato del árabe que comete de forma indolente. Pero en tu novela es el sol de Camus el que ilumina a Martín para entender el suicidio de su hermano, ¿leer puede ayudarnos a entender mejor nuestra vida y la del otro?

- E.G.: Creo firmemente en ello. Leer no sólo nos abre la puerta a otros mundos, sino a otras mentes. Para Martín, el protagonista de la novela, "El extranjero" es un libro-guía. Se aferra a él para intentar comprender las razones de su gemelo; sin ese apoyo, su historia sin duda no sería la misma. Soy de las que piensan que la literatura es una tabla de salvación.

- T: En “El sol de Argel” una trama cuasi-detectivesca vehicula un profundo proceso de introspección de uno de los personajes hacia su verdadero yo. ¿Crees que ese verdadero yo, esa identidad única, existe o es un constructo psicológico en el que fingimos creer porque no soportamos la nada voluble que somos?

- E.G.: Considero que no hay una identidad única. Y creo que de eso trata realmente "El sol de Argel". Nos disfrazamos de lo que no somos y nos presentamos ante los demás de determinadas maneras en las cuales nos encontramos más protegidos; pero la vida, a veces, se encarga de despojarnos de esos disfraces y nos obliga a mirarnos en el espejo. Sin máscaras ni artificios. Y en esos momentos nos replanteamos quiénes somos y quiénes decimos a los demás que somos. En mi opinión, vamos “cambiando de piel” según las circunstancias que nos toque vivir, aunque me obligo a creer que algo de lo que somos siempre se mantiene intacto…Esther Ginés-Trabalibros

- T: “Cherchez la femme”, este es un consejo que suele darse cuando alguien busca el origen de la conducta extraña o inexplicable que transforma la vida de un hombre. ¿Tiene tal poder la mujer? ¿Es M. este tipo de mujer poderosa?

- E.G.: M. es, en efecto, un personaje poderoso, aunque a la vez lleno de contradicciones y aparentemente frágil. Es un personaje complejo del que estoy muy orgullosa. Creo que los hombres y las mujeres somos totalmente diferentes en cuanto a forma de ser y de actuar, por lo tanto es fascinante abordarlos en el papel con todas sus diversidades. Me gusta pensar que, en mi novela, M. viene a representar la caja de Pandora. Cuando ella aparece, surgen más preguntas y el libro llega a un punto trascendental. Hace unos meses, me decía Andrés Neuman en una entrevista que ve a las mujeres como “un material fascinantemente narrativo”, y la verdad es que creo que tiene razón.

- T: El Instituto Homeopático y Hospital de San José de la calle Eloy Gonzalo de Madrid, ligeramente transformado por ti, tiene un papel muy importante en la novela, sobre todo de tipo simbólico. ¿Dónde crees que radica la fuerza evocadora de los objetos y los lugares sobre la imaginación de los creadores? ¿El Instituto Homeopático actuó en ti como la magdalena en Proust, desatando tu creatividad?

- E.G.: Es un gran símil. En efecto, el Homeopático es un pilar en mi narración. Casi un personaje más. Reconozco que es un Instituto Homeopático muy mío, puesto que lo he alterado y lo he adentrado en el mundo de la ficción, despojándolo de bastantes conexiones con su historia real. Es maravilloso pensar que ciertos lugares puedan desencadenar algo tan mágico y especial como la escritura de una novela. Y por eso me encanta viajar y perderme por sitios desconocidos. Mi libro, en efecto, se fraguó tras alguna que otra tarde apoyada en la verja de ese edificio…
Esther Ginés-Trabalibros
- T: No sé si estarás de acuerdo con Onetti cuando afirma que no existe una tensión entre lo real y lo imaginado, que todo es real, que todo está ahí. Si esto es así, cuando la desidia y la indiferencia, verdadera plaga del siglo XX, invitan a abandonar la vida real, ¿puede la ficción, lo irreal, lo imaginado, impedirlo?

- E.G.: Tengo por costumbre no discutir nada de lo que Onetti afirmaba (risas). Considero que en el momento en que algo está construido, que es compartido y accesible, se convierte en una realidad. La ficción es esa poderosa herramienta que siempre nos ata a la vida real, porque la interpreta, la analiza y la juzga. Aunque leamos buscando evadirnos, siempre encontramos elementos que nos devuelven a la realidad y nos hacen reflexionar sobre ella. 

- T: Te hemos oído decir que “todo libro siempre cuenta la historia de un viaje, ya sea interior o a la Ítaca de cada uno”. ¿Crees como Kavafis que lo importante no es llegar a la Ítaca soñada, sino lo que te ocurre durante el viaje?

- E.G.: Sí, en efecto. El camino es siempre lo importante, ¡aunque cuántas veces nos olvidamos de esta reflexión! Los viajes siempre están plagados de dificultades, de pruebas que hemos de superar, de personas con las que nos cruzamos y, sobre todo, de errores que cometemos. Pienso a menudo en lo difícil que es dar a conocer un libro de un sello editorial pequeño en la actualidad, todas las puertas que hay que tocar, lo mucho que se insiste. Pero estos meses me han traído historias muy especiales, y de alguna manera compensan el esfuerzo y el hipotético fracaso de esa misión.

- T: Acabaré mi entrevista como a ti te gusta acabar las tuyas, pidiéndote una reflexión propia o de alguno de tus referentes literarios. Dejo el tema a tu elección.

- E.G.: En un guiño a Martín, el protagonista de "El sol de Argel", me despido con una de las maravillosas frases que nos dejó Cortázar, y que además creo que le va muy bien a la novela: “Me basta mirarte para saber que con vos me voy a empapar el alma”.

Desde Trabalibros agradecemos a Esther Ginés su amabilidad al contestar a nuestras preguntas y le deseamos mucha suerte en su carrera literaria.
El sol de Argel (Esther Ginés) Esther Ginés-Trabalibros
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