Los caminos de Mónica y Ramón se cruzan una noche por casualidad, en un local de copas. Tal vez no hubiera surgido nada entre ellos si, a la semana siguiente, no se hubieran vuelto a encontrar. Pero a veces las cosas suceden de este modo y el amor se presenta así, sin ni siquiera esperarlo, sin avisar.
Ambos son perdedores en una sociedad degradada, aunque de distinto modo.
Mónica es una periodista vocacional que ronda los treinta años. Demasiado mayor para no sentir cierto desengaño por la vida aunque demasiado joven para perder todas las esperanzas, sobrevive resignándose con lo que le ha tocado en suerte y dedicando su tiempo y esfuerzo a un trabajo muy por debajo de sus expectativas que en realidad aborrece. En el amor tampoco le ha ido mejor.
Por otra parte
Ramón, cuya edad gira en torno a los cuarenta años, es un enigma. De carácter mucho más fuerte, es de los que se involucran y prefieren situarse en primera línea de la vida. Empeñado en no dar a conocer detalles de su pasado ni a desvelarle a Mónica a qué se dedica, su existencia es un misterio absoluto para ella. Un misterio que Mónica, recogiendo las pocas pistas que Ramón va dejando y haciendo uso de su capacidad como reportera, se dedicará a investigar.
El escritor
Lorenzo Silva es autor, entre otras, de obras como "La flaqueza del bolchevique" (finalista del Premio Nadal en 1997), "El nombre de los nuestros", "Carta blanca" (Premio Primavera de Novela en 2004), "Niños feroces", la Trilogía de Getafe y "Sereno en el peligro. La aventura histórica de la Guardia Civil" (Premio Algaba de Ensayo). Son especialmente populares sus novelas policíacas protagonizadas por la pareja de investigadores Bevilacqua y Chamorro, con títulos como "El lejano país de los estanques" (Premio Ojo Crítico 1998) y "El alquimista impaciente" (Premio Nadal 2000). En 2012 obtuvo el Premio Planeta con "
La marca del meridiano".