Trabalibros entrevista a Chufo Lloréns, autor de "La ley de los justos"

martes, 17 de marzo de 2015
"La cultura es lo único que puede sacar del magma infrasocial a la gente y todos los países inteligentes apuestan por ella."
Chufo Lloréns es uno de los autores preferidos entre los lectores de novela histórica, tanto en España como a nivel internacional. Comenzó a escribir hace veinticinco años y ya son más de 1.000.000 de ejemplares de sus novelas repartidas por todo el mundo. Entre sus obras se encuentran títulos como "Catalina, la fugitiva de San Benito", "La otra lepra", "La saga de los malditos", "Te daré la tierra" y "Mar de fuego".

Bruno Montano de Trabalibros ha tenido la oportunidad de entrevistarle con motivo de la publicación de su último libro titulado "La ley de los justos" (editorial Grijalbo), "una gran novela de pasión, ideales y venganza" ambientada en la Barcelona modernista, una ciudad "luminosa y moderna, pero también agitada y peligrosa" en la que surge una historia de amor entre dos jóvenes de clases sociales distintas.

La ley de los justos (Chufo Lloréns)-Trabalibros- Bruno Montano, Trabalibros (B.M.): En un momento dado de la "La ley de los justos" Germán Ripoll le dice a su amigo Alfredo Papirer: “Barcelona, querido amigo, es la ciudad de los prodigios”. Esta definición, además de ser un guiño al escritor Eduardo Mendoza, es una prueba de amor hacia esta ciudad. La mayoría de sus novelas se desarrollan en la ciudad de Barcelona, en diferentes momentos históricos de la misma. Para usted, ¿qué hace de Barcelona una ciudad tan literaria? ¿Qué cree que le aporta a sus novelas que no le aportarían otras ciudades?

- Chufo Lloréns (C.L.): Barcelona pasa por cuatro momentos históricos importantes, que son el medieval, el gótico, el modernismo y la Olimpiada. La ciudad, a causa de su ubicación, su clima y sus monumentos que atraen al turismo, se convierte en un lugar muy interesante en la época modernista. Este momento histórico, desde novelas como "Mariona Rebull", "Desiderio" y "El viudo de Rius", no se había tratado con demasiada dedicación en la literatura. La novela de Mendoza "La ciudad de los prodigios" se desarrolla en una época posterior. Eduardo es muy amigo mío, está pasando un mal momento a causa de la muerte de su mujer, y yo le admiro mucho. Me pareció bien definir a Barcelona como "la ciudad de los prodigios" porque para la gente de ese final de siglo realmente fue una ciudad prodigiosa; no es que se inventaran el ordenador y la tablet, se inventó la electricidad, el telégrafo, el teléfono, el submarino... Eso, para la gente de aquel momento, fue la bomba. 

La burguesía catalana, orgullosa de su ciudad, dedicó entonces su dinero a hacer monumentos que aún persisten: la Sagrada Familia, la Casa Batlló, el Parque Guell... todo esto atrae gente a la ciudad. Ahora no es así, la burguesía no dedica el tiempo a su ciudad, o se ocupa el Ayuntamiento o no hay nadie que ame tanto a Barcelona. Y este es, de alguna forma, mi homenaje a Barcelona en la medida que yo puedo hacer. El Alcalde Trías hace dos años me dio la Medalla de la Ciudad, que yo agradecí mucho, por mi colaboración para dar a conocer Barcelona al mundo. Y esta es la forma en la que yo homenajeo a mi ciudad.

01.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Chufo Lloréns

El modernismo es una época especialmente interesante: el indiano no salió en ningún sitio donde no hubiera costa; en Barcelona salieron muchos: la gente se fue a hacer fortuna a Cuba. Y por otra parte, el modernismo no surgió en ninguna otra parte de España, los arquitectos, escultores y pintores del modernismo están en Barcelona. Esa época es la que refleja el libro, me pareció un marco de fondo apropiadísimo porque, además, junto con el momento que atravesaba la ciudad (el anarquismo, las bombas, la burguesía barcelonesa) me pareció que componía un marco histórico de una riqueza brutal. 02.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Chufo Lloréns

- B.M.: Los momentos clave en la evolución de Barcelona son, según afirma, el siglo XI con la Barcelona medieval (tiempo en que transcurre su novela “Te daré la tierra”), el siglo XIII con la Barcelona gótica (donde se ambienta “Mar de fuego”), el siglo XIX con la Barcelona modernista (época en la que se desarrolla “La ley de los justos”) y la segunda mitad del siglo XX, la Barcelona post-olímpica. Ahora, para completar el ciclo, le faltaría escribir una futura novela en la que se muestre esta última Barcelona, la posterior a 1992.

- C.L.: Lo que pasa es que todavía no sería una novela histórica, porque todavía vive mucha gente de aquella época (risas). Aunque tendría la ventaja de que no me haría falta consultar mucho, porque yo estaba ahí. Soy muy antiguo ya (risas).

- B.M.: En "La ley de los justos" ha sido fiel a su técnica literaria: el uso de capítulos cortos, la estructura clásica planteamiento/nudo/desenlace (en la que van arrancando todas las tramas y subtramas, van confluyendo todas, creando una intriga que se resuelve al final de forma coherente y sorpresiva) y una narración en la que se da aproximadamente el 25% de descripción y el 75% restante de acción. Esta fórmula le ha dado un gran éxito. ¿Se ha planteado escribir algún otro tipo de novela?

- C.L.: A mí me gusta escribir tal y como me gusta leer, por eso escribo de esta manera. Pero leí a Cabré y me impactó esa forma deslabazada de escribir, que no solamente salta de un párrafo a otro, sino que no te explica qué personaje está hablando. Lo mismo habla un personaje del siglo VI como uno del siglo XX o del siglo XIV y tú tienes que adivinar, por el contexto, quién está hablando. Me apetecía escribir así e hice unos tanteos, pero requiere mucha práctica escribir de esa manera, el público de ese tipo de literatura es mucho más elitista porque es mucho más complicado de leer. No deja de apetecerme cambiar, del mismo modo que me apetece escribir una novela de un tiempo que yo conozco muy bien, que son los años 70, donde no he de tratar de averiguar cómo era Barcelona ni Madrid, porque me lo sé muy bien, y sería suficiente una mera consulta a la hemeroteca sobre las cosas que pasaron.

03.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Chufo Lloréns

La preparación del tiempo histórico para una novela como las que yo he escrito requiere cuatro años y no es lo mismo cuando tienes 20 años pensar en los 24 que cuando tienes 79 pensar en los 83. Creo que no debo plantearme cosas a largo plazo porque nunca sabes, lo que sí está claro es que el esfuerzo que conlleva escribir una novela histórica te sirve para agilizar la mente, ayudar a la memoria y mantenerte en forma. Como Clint Eastwood, yo siempre digo que la muerte me pillará trabajando, porque no soy partidario de quedarme sentado a esperarla. Quiero sentirme como soy, notar que tengo mi tiempo y mis achaques pero que me sobrepongo y sigo, porque de alguna manera es una forma de ser feliz y de seguir estando actual y activo. No pienso ceder y mientras el cuerpo aguante yo seguiré escribiendo.

- B.M.: ¿Sabe que Clint Eastwood es de su quinta? Tiene la misma edad que usted. Precisamente hoy leía un artículo sobre él.

- C.L: Exactamente. Dirige cine, actúa, escribe... es fantástico. Yo pienso que la gente a veces se muere mucho antes de lo que le toca. Hay que seguir activo y estar haciendo, interesarte por las nuevas tecnologías, estar con la gente joven y escuchar mucho, estar integrado. Si yo tuviera en cuenta mi edad, a lo mejor no estaría aquí hablando contigo.

- B.M.: En sus novelas hay un gran despliegue de sentimentalidad, moralidad (lucha del bien contra el mal), giros argumentales sorpresivos, golpes de efecto que cambian el rumbo de la historia, sucesión de obstáculos a superar por los protagonistas… Todas estas son características de la novela de folletín que se consolidó en Francia alrededor de 1836 y que hizo que la gente leyera de forma masiva, ayudada por el hecho de que se leía por entregas en la prensa. “El conde de Montecristo” y “Los tres mosqueteros” de Dumas, “Los miserables” de Víctor Hugo o “El tío Goriot” de Balzac son muestras excelsas de este género. ¿Se considera un representante actual de este tipo de literatura?

- C.L.: A mí el nomenclato de folletín me honra. El escribir con muchos personajes, mucha acción y mucha aventura es un elemento más. Hay novelas de todo tipo y lectores para todo tipo de novelas: lineales, que dejan el final a la fantasía del lector... A mí me gusta, como bien has dicho, que tengan planteamiento, nudo y desenlace. Pero el título de folletín me gusta y, si folletín es la obra de estos escritores, bendito folletín.

04.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Chufo Lloréns

- B.M.: Yo creo que la palabra folletín en ocasiones se usa con cierto tono peyorativo cuando no debería ser así. La literatura folletinesca logró llevar la lectura a las masas, que hasta entonces no leían. Gracias a ella miles de personas empezaron a leer y hay novelas extraordinarias que fueron publicadas de este modo. Un ejemplo de ello son las obras que he citado en la pregunta anterior o incluso Madame Bovary, cuya calidad literaria es indudable y para muchos es novela folletinesca.

- C.L.: Sí, o las novelas de Blasco Ibáñez. Yo me emocioné cuando fui a su casa, para mí este tipo de escritores son admirables. Incluso "Quo Vadis" y "Ben-Hur" se podrían considerar novelas folletinescas. Lo que pasa es que hay dos tipos de novela, la que llega al gran público y la que la crítica a lo mejor considera maravillosa pero no se vende. Es como en el teatro, puede haber un gran éxito con una obra que no valga mucho la pena o puede haber gustado mucho a las únicas dos filas de espectadores que habían. Yo creo que hay que llegar a las masas pero dentro de una calidad, porque no tiene nada que ver un literato con un novelista. Hay grandes literatos que son malos novelistas y al contrario. Al final, cada uno escoge lo que quiere, gracias a Dios hay un mercado muy amplio para que cada uno escoja el libro que más le guste y yo no voy a cambiar. Si cambio será porque me apetezca hacer algo, no porque me lleve la moda. Yo voy a lo mío. A lo mejor, si tuviera otra edad me importaría más complacer, pero yo siempre digo que la felicidad en este mundo tiene tres patas: vivir con la mujer (o el hombre) que quieres, trabajar en lo que te gusta y no tener jefe. Más que esto, no hay.05.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Chufo Lloréns

- B.M.: Son tres pilares fundamentales para sostener una buena vida.

- C.L.: Yo trabajo como quiero, cuando quiero y no me manda nadie y además, cuando salgo, me encuentro en el salón a la persona que más quiero.

- B.M.: ¿Se puede pedir más?

- C.L.: Un poco de salud, para gozar de eso. Fíjate que yo me animé a escribir novela histórica gracias a un maestro que la gente no conoce y que se llama Alejandro Núnez Alonso, que tiene una pentalogía sobre Roma magnífica. A mí este escritor me apasionó, entré en su literatura muy joven y sigo ahí. Él escribe gran literatura y es novela histórica. Yo creo que este género lo compra la gente que tiene interés en saber y si, con tu colaboración, haces que alguien sepa un poquito más de un tiempo y se queden cosas dentro de él que aumenten su cultura porque ha leído una novela, pues estupendo.

- B.M.: Pero eso no es imprescindible. Usando una idea de "Las incertidumbres", el último libro de Jaume Cabré al que por cierto ha nombrado usted antes, los periodistas y los historiadores deben ser rigurosos con el dato real, sin embargo el novelista combina datos reales desde el punto de vista histórico con otros inventados o imaginados pero verosímiles y necesarios para la narración, creando así una especie de “verdad literaria” más importante para el narrador que las verdades históricas. El narrador busca que lo que está creando funcione literariamente, más que responder a un riguroso rastreo de la realidad.

- C.L.: Lo que dice Cabré me parece perfecto. El que busque un riguroso rastreo de la realidad, ha de adentrarse en otro género. Yo no puedo falsear una biografía, en ese género debo ser fiel a la realidad, pero en una novela puedo inventar personajes de forma libre, incluso inspirarme en personajes que existieron y cambiar su vida. Puedo usar ese personaje, explotarlo literariamente, no biográficamente.

06.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Chufo Lloréns- B.M.: Alejandro Dumas decía que era más importante crear el aroma del tiempo que retratarlo.

- C.L.: Exactamente. En mi novela "Catalina, la fugitiva de San Benito" yo me fabrico un idioma medieval del siglo de Oro que la gente entendió muy bien. No es exacto, he tenido en la mano documentos escritos en el castellano de esa época y si yo lo hubiera escrito así nadie se habría enterado de lo que decía. Hay que dar, como tú dices, el aroma, el perfume del tiempo, tratar de que la gente se ambiente con la ropa, los trajes, estudiarte bien lo que pasaba, saber bien cómo eran las cosas entonces y conocer un montón de detalles... Todas esas cosas han de salir en la novela y se ha de enterar la gente. Hay que aprender deleitando.

- B.M.: Cambiando un poco de tema, en una novela histórica los personajes son difíciles de construir. Nacen y crecen a lo largo del itinerario narrativo, están vivos. Hay que dotarles de rasgos de personalidad, formas de hablar y de pensar, de vida interior. En “La ley de los justos” llama la atención la gran cantidad de personajes que aparecen, incluso ha tenido que elaborar una “dramatis personae” con los principales para facilitar la tarea al lector. ¿Cómo consigue que tal cantidad de personajes parezcan seres reales y no meros apuntes biográficos?

- C.L.: Tú planteas un personaje y él coge vida. Va creciendo y te manda. Y si tú a medio camino le haces cambiar de dirección, se queja y no quiere. Esto lo notas en el acto, cuando lees un capítulo y ves que no funciona. A veces ocurre que los personajes secundarios crecen y se hacen importantes, o que otros principales se diluyen y van a menos. Pero eso lo lleva la novela, el camino se hace caminando. Yo hago una ficha de cada personaje y anoto en cada momento dónde lo he dejado. Porque imagínate que yo quiero recuperar un personaje que ha salido hace nueve capítulos y era pequeño... Entonces cojo la ficha y la consulto. Es una forma de no equivocarme y que la gente no pueda decir: pero si este no estaba aquí, o ya estaba muerto.

- B.M.: Y también de evitar que la gente de repente vea que ha habido un cambio de personalidad en él y que no le parezca el mismo.

- C.L.: Hay un libro, del que no diré el autor, en el que pasa esto. Su personalidad cambia completamente y ese personaje no es coherente. Para mí la coherencia es muy importante.

07.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Chufo Lloréns

- B.M.: La siguiente pregunta es sobre un tema que aparece en "La ley de los justos" y me ha parecido interesante. Práxedes Ripoll, patriarca de los Ripoll, es masón. Pertenece a la “logia barcino” y, como todo buen masón tiene la obligación de “crear redes de mecenazgo y de favores”. ¿Qué papel tuvo la masonería catalana en el momento de esplendor que vivió Barcelona en el siglo XIX, cuya guinda fue la Exposición Universal de 1888?

- C.L.: Por encima de todo, un hermano masón obligaba más que cualquier otro parentesco o relación. Eso hacía que las redes surgidas entre ellos fueran muy amplias. Hubo muchas logias y cada una era de un color (procubanas, proamericanas, etc.) Cada logia tenía su manera de ser y el castigo de los masones que incumplían un juramento era durísimo, una auténtica barbaridad. En Barcelona existieron varias logias masónicas y la ceremonia que aparece en el libro está sacada de una ceremonia real, que además tengo filmada, en película.

- B.M.: Parece que contribuyeron a hacer grande a esa Barcelona del momento.

- C.L.: Sí, siempre y cuando favoreciera a sus hermanos y a sus intereses. 

- B.M.: Junto a esa Barcelona esplendorosa (la de la alta burguesía) malvivía otra Barcelona con enormes bolsas de pobreza formada por obreros catalanes sobreexplotados por burgueses capitalistas, algunos de ellos con un pasado esclavista en Cuba. Este contraste propició el nacimiento del anarquismo y la UGT, de hecho Máximo Bonafont es un activo anarquista resentido contra la familia Ripoll. ¿Por qué fue especialmente virulento el anarquismo en Barcelona?

08.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Chufo Lloréns

- C.L.: Porque al acabar la Exposición Universal se encuentran en el paro miles de obreros y porque se abre una vía importante en la ciudad, se tiran mil casas abajo y la gente va a la calle. El anarquismo surge como hierba natural porque el clima lo invita. El anarquista no quiere ser sindicalista, no quiere que le mande nadie, ni adherirse a UGT ni a CCOO, porque entiende que en un sindicato habrá una cúpula que mande.

He tratado de escribir el libro, dentro de lo posible, de la forma más fiel, para que la gente se ubique en Barcelona en este caso y se sienta partícipe de esa ciudad que estaba abriéndose al mundo, con ricos que eran muy ricos y seguían las pugnas de toros entre Frascuelo y Lagartijo, iban a los Liceos, a los Teatros, a los cafés y disfrutaban del lujo, pero también con la gente que estaba en la miseria y no tenía ni para comer, que trabajaban 15 ó 16 horas porque si no les tiraban a la calle. En ese momento hay un cambio en la estructura empresarial que todavía va más en contra del obrero.

- B.M.: Para acabar, quisiera hacerle una pregunta acerca del papel de la literatura en nuestra sociedad. Máximo Bonafont es ayudante de librero y un enamorado de los libros y la lectura. Está preso de lo que su hermano anarquista llama “locura de los libros”. Su madre lo defiende y dice que “leyendo y leyendo mucho el hombre tiene una oportunidad; de no ser así está condenado de antemano a la incultura y a tirar de un carro toda la vida”. ¿Los libros son capaces de cambiarte la vida y al mismo tiempo cambiar también el mundo?

- C.L.: Sí, evidentemente. La cultura es la única vía para cambiar el mundo. La cultura es solidaridad, oportunidad de trabajo. Si la cultura pudiera entrar en la gente que vive de manera más miserable y esa gente albergara la esperanza de tener la oportunidad de medrar, la gente no estaría tan desesperada. La gente se desespera cuando no hay nada que hacer, cuando no ve alternativas y todo le da igual. Si no hay cultura, la gente se desespera y surge el robo, el atraco, la droga y la idea de vivir deprisa y morir joven para que su cadaver tenga buen aspecto. La cultura es lo único que puede sacar del magma infrasocial a la gente y todos los países inteligentes apuestan por ella.

Desde Trabalibros agradecemos a Chufo Lloréns el tiempo que nos ha dedicado y su amabilidad al contestar nuestras preguntas. Agradecemos también al Hotel Astoria de Valencia el haber cedido un espacio ideal para esta conversación y a la editorial Grijalbo el haber hecho posible el encuentro con este autor.
La ley de los justos (Chufo Lloréns)-Trabalibros Chufo Lloréns-Trabalibros 09.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Chufo Lloréns Hotel Astoria Valencia-Trabalibros
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