"Querido Ulises:
El universo es un lugar rematadamente extraño. El problema es que no hay nada con lo que podamos compararlo".
Ulises sólo tiene cinco años, pero estas páginas le esperarán pacientemente hasta que se haga mayor. Cuando tenga la edad suficiente para entender el maravilloso regalo que su padre le ha preparado en forma de libro, podrá acceder a través de su lectura a los misterios que encierra el
Universo, ese asombroso ente que no deja de escapar al entendimiento por mucha ciencia que apliquemos.
Habrá que empezar desde el principio. Explicarlo todo desde cero, de la forma más sencilla posible, para que el pequeño
Ulises pueda ir asimilando conceptos, asentando bases. Empezar desde la nada para, gradualmente, ir subiendo escalones del mismo modo que ha ido avanzando la ciencia; comenzar echando un vistazo al exterior, reflexionar sobre nuestra propia percepción que, como seres humanos, tenemos sobre la luna, las estrellas y el firmamento, para recorrer después el camino de las principales ideas y descubrimientos al respecto, desde los sabios griegos antiguos hasta los avances científicos de hoy en día.
Puede que comprender por qué se mantienen en el aire los cuerpos celestes, saber de la existencia de la gravedad o iniciarse en las teorías de Aristóteles, Newton o Galileo despierten en parte a
Ulises de su inocencia; la experiencia merece la pena porque a cambio adquirirá algo muy valioso: "la alegría de razonar, la ilusión de saber que con nuestro pequeño cerebro los seres humanos somos capaces de entender, al menos en parte, este gigantesco y monumental disparate que nos rodea".
Ojalá este libro, escrito desde el inmenso amor de un padre hacia su hijo, le sirva para entender un poco mejor la complejidad de este
Universo que nos rodea. Ojalá sea útil para otros muchos niños que, como él, sienten su pensamiento asaltado por las dudas cuando miran al cielo. Ojalá este texto cariñoso y delicado que abrazará la mente infantil de
Ulises dentro de unos años le sirva, tal y como fue concebido, para sentir una inmensa alegría al sentirse parte del cosmos, del tiempo y del espacio infinito que hace posible la vida.