Un clásico de ciencia ficción. Error.
Comienzo con esta frase ya que el etiquetar este libro como ciencia ficción me parece un completo disparate. Y es que aunque sea una novela que se desarrolla en el espacio y cuya historia narra viajes interestelares y búsquedas de otros planetas donde la raza humana pueda habitar, si lo clasificáramos en este género estamos cometiendo un auténtico crimen. "Solaris" va mucho (muchísimo) más allá, siendo un compendio filosófico sobre la esencia del propio ser humano.
Y es que entre sus páginas se esconde una de las novelas que más me han impresionado en mi vida, y que más sedimento han dejado en mi memoria. ¿Por qué? Porque a través de la exploración de ese planeta llamado Solaris, Lem muestra nuestra completa ceguera y el antropomorfismo al cual necesariamente estamos condenados. Somos simples humanos, y solo podemos razonar como humanos sobre cosas humanas. Es obvio ¿verdad? Bueno, si lo pensáis no lo es tanto.
La novela gira en torno a un psicólogo que llega a una nave que lleva unos años estudiando el planeta Solaris a cuyos tripulantes les están ocurriendo circunstancias extrañas. Kris, el protagonista, es recibido con mucho recelo y pronto se va dando cuenta de que no están solos. Sin embargo Solaris no es más que una masa de agua. ¿Puede ser ese mar un ser vivo e inteligente? Y si lo fuera, ¿cómo sería posible la comunicación con él? Y es que la grandiosidad de la novela es hacernos ver que puede haber entidades no humanas más inteligentes que nosotros pero cuya comunicación con ellas, al no poderse antropomorfizar, sería imposible. Desde esa perspectiva nuestro criterio y nuestra razón estarán siempre sesgados por nuestra propia naturaleza.
A medida que Kris pasa tiempo en la nave se da cuenta de que su mente y la del resto de tripulantes está siendo “atacada” por Solaris (o más bien está intentando simplemente comunicarse) y comienza a ver visiones de personas ajenas a la tripulación. Una de esas visiones, la de su mujer fallecida, se convierte en casi perenne y será el eje de la novela, alter ego que se da cuenta de su propia existencia en forma de visión y que atormenta a Kris, que no sabe si volver a enamorarse de ella.
En definitiva, una novela imprescindible (ojo que la película bajo mi punto de vista es infumable), que quizás peca de pasajes algo técnicos cuando se describen los estudios llevados a cabo en el planeta, pero cuya lectura quizás cambie la percepción que tenéis sobre el entendimiento humano.