El gran Nietzsche sorprendió a la comunidad filosófica cuando planteó el mito del eterno retorno, según el cual todos los acontecimientos se repetirían eternamente siguiendo una serie de ciclos, hasta el infinito, al igual que sucedería con todas las ideas y sentimientos. De esta teoría se desprende que el peso, la importancia de cualquier cosa, se adquiere por medio de la repetición porque, cuando creemos que algo no puede volverse a repetir tiende a perder interés, a ser perdonado y a olvidarse, ya que pasa inmediatamente a formar parte del pasado.
"Sólo aquello que es necesario, tiene peso; sólo aquello que tiene peso, vale". Según esta premisa, Milan Kundera afirma que "la carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será". Sin embargo la búsqueda de la felicidad se encuentra con enormes dificultades, ya que "el hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores".
¿Qué es preferible, cargar con el enorme peso de los "es muss sein" de nuestra vida, de las "decisiones de peso" a las que parece que estamos necesariamente destinados, o abandonarnos a una vida insoportablemente leve, sin entidad propia y por esto mismo sin sentido? Cualquier vida se debate de algún modo entre estas contradicciones, también las vidas de los personajes que Milan Kundera ficciona en "La insoportable levedad del ser".
Tomás, un médico cirujano checoslovaco que reside en Praga, decidió no atarse a ninguna mujer tras su divorcio. Su vida transcurría sin complicaciones entre su trabajo en el hospital y la multitud de amantes que se llevaba a la cama. La casualidad, que a menudo "aparece ante nosotros como un mensaje", puso a Teresa en su camino y Tomás sintió compasión por ella, parecía un niño abandonado río abajo que él hubiera encontrado y tuviera que cuidar; peligroso pensamiento porque, como dice Milan Kundera, "el amor puede surgir de una sola metáfora".
Tomás siente que su amor hacia Teresa es cada vez más profundo, ya que "no hay nada más pesado que la compasión", y la pareja se convierte en matrimonio, aunque esto no significa que el médico deje de ver a sus amantes, entre las que se encuentra Sabina, una artista que se encuentra en huida permanente de cualquier situación de peso que pretenda instalarse en su vida. Uno de los amantes de Sabina es Franz, un científico casado con tendencia a idealizar lo que le rodea. Teresa, por su parte, reconoce como valioso el amor incondicional que siente por Tomás y se rinde a este peso que dota de trascendencia su vida, a pesar del horrible sufrimiento que las infidelidades de su marido le provocan. La difícil situación que atraviesa Europa del Este en la década de los 60 tampoco facilita las cosas.
Estos cuatro personajes piensan y actuan de forma diferente, aunque sus motivaciones no sean tan distintas, ya que "sin saberlo, el hombre compone su vida de acuerdo con las leyes de la belleza aun en los momentos de más profunda desesperación". Afrontan la vida según su personalidad particular, aunque siempre les mueve la profunda convicción de no traicionarse a sí mismos. A veces se sienten sobrepasados por el peso, otras son incapaces de comprometerse y sufren "la insoportable levedad del ser"; en ocasiones, cuando la vida parece no tener sentido, sienten que les embriaga el vértigo, "la borrachera de la debilidad", "el insuperable deseo de caer".
"La insoportable levedad del ser" es una novela cuya pretensión es mucho mayor que la de contar una historia, aunque estemos hablando de una maravillosa historia de amor tan sólida que mejora con el tiempo y acaba superando cualquier adversidad; su objetivo principal tampoco es el de mostrar fielmente los efectos que una política comunista puede tener en la vida cotidiana, aunque esto se refleje con maestría. La clave nos la da el propio Milan Kundera en una de las frases del libro: "Una novela no es una confesión del autor, sino una investigación sobre lo que es la vida humana dentro de la trampa en la que se ha convertido el mundo".
Curiosidades: - Esta excelente novela de Milan Kundera, que obtuvo el Premio Jerusalén al año siguiente de su publicación, se encuentra entre las grandes obras literarias del siglo XX. Además de su interesante enfoque existencial, es una de las obras que mejor retrata la Europa del Este sometida al régimen comunista.