"Gatsby creía en la luz verde, el orgiástico futuro que, año tras año, aparece ante nosotros... Nos esquiva, pero no importa; mañana correremos más deprisa, abriremos los brazos, y... un buen día... Y así vamos adelante, botes que reman contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado".
Detrás de cada estructura persistente de desigualdad económica y social ha habido siempre un sistema de significados intentando explicar y justificar la desigual distribución de los recursos sociales. Desde la revolución industrial ya no se atribuyen las
diferencias de clases entre personas a causas divinas o naturales, sino a causas económicas. Las clases no son ya estratos cerrados o castas, sino que entre ellas es posible la movilidad ascendente usando la plataforma del dinero.
Estamos en Long Island (Estados Unidos) a principios del siglo XX.
James Gatz es pobre. Está enamorado de
Daisy. Sabe que esta rica heredera no está a su alcance si no asciende socialmente. Gatz desaparece y, años después, regresa convertido en
Jay Gatsby. Pero ¿quién es Jay Gatsby? Según Nick Carraway, narrador de la historia y vecino de Gatsby, este misterioso y acaudalado personaje es un hombre hecho a sí mismo, de una sola pieza. Está bendecido con "una exquisita sensibilidad para captar las promesas de la vida". Tiene una gran capacidad para la espera pero está devorado "por el turbio polvo flotando en la estela de sus sueños".
Gatsby parece un triunfador, está rodeado siempre de algo brillante. Nadie conoce a ciencia cierta el origen de su fortuna ni el objetivo que persigue con sus ostentosas fiestas, pero en medio del bullicio se puede observar su figura en la noche mientras mira "la luz del embarcadero de
Daisy", el paradigma de lo lejano e inalcanzable.
De forma imprecisa, parcial y desordenada,
Fitzgerald va componiendo la figura de Gatsby. Su comprensiva sonrisa, que despierta en la gente "eterna confianza", esconde a un hombre sufriente y solo, pero no vencido ni desesperado.
Gatsby tiene un sueño que le acompaña desde su juventud y para lograrlo ha compuesto un personaje a partir de "su platónica concepción de sí mismo", un personaje que persigue una quimera, la más deseada y la más esquiva, el amor.
Jay Gatsby es hijo de su época. Piensa que la posición social de alguien no viene determinada por su nacimiento y que toda persona no carente de empuje y ambición puede cambiar lo que ha sido dispuesto para él. Pero, a veces, ni todo el dinero del mundo puede alterar nuestro destino. No existe esa especie de justicia divina capaz de dar a cada uno lo que merece, pero sí la injusticia que tuerce de forma insistente nuestros sueños. Al final la esclerosis social y los prejuicios combinados con el azar vencen.
Gatsby ha perdido para siempre la parte más pura de su vida, es el precio a pagar "por haber vivido demasiado tiempo con un solo sueño".
En definitiva y usando las palabras del propio
Fitzgerald, todo el sentido de Gatsby es "la injusticia que impide a un joven pobre casarse con una muchacha que tiene dinero", injusticia que el propio Fitzgerald vivió y reflejó en toda su obra.