Nota Trabalibros: La edición de Cátedra incluye una selección de diecisiete cuentos de Julio Ramón Ribeyro. Entre ellos se encuentra "Por las azoteas", el cuento al que hace referencia esta reseña.
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Por las azoteas" uno de los cuentos que forma parte del conjunto de cuentos "
La palabra del mudo" escrito por
Julio Ramón Ribeyro, en Berlín en 1958 y publicado en 1973. Este cuento es un texto narrativo, su protagonista es un niño que le gusta estar de azotea en azotea. En esta narración el cuento Por las azoteas tiene un valor relativo, es decir que cada uno puede interpretarlo a su manera. Nos narra de un mundo, el mundo de las azoteas lleno de aventuras, lleno de aventuras y tiempo libre frente al mundo de abajo, donde reina el tiempo de estudio y trabajo.
Julio Ramón Ribeyro fue un reconocido escritor peruano nacido el 31 de agosto de 1929 en Lima y falleciendo el 4 de diciembre de 1994 en Madrid. Antes de su muerte ganó el reconocido de literatura latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo. Por cuestiones técnicas de estética y el cultivo de la narrativa breve y de géneros menores, como política, escepticismo y distancia con la revolución cubana Ribeyro no formó parte del boom latinoamericano. Ribeyro junto con otros autores de la
Generación del 50, representa así la transición de una narrativa indígena a una narrativa urbana, eligió los ambientes urbanos para construir el relato de la frustración individual y colectiva, narrados en un estilo sencillo e irónico. En esta reseña se sostiene que "
Por las azoteas" nos muestra el nivel de imaginación y audacia de un niño, que poco a poco crea su propio mundo, algo que actualmente se está perdiendo por el exceso de uso de la tecnología.
La trama del cuento “
Por las Azoteas “se centra en las aventuras de un niño que se consideraba el rey de las azoteas y poco a poco así apoderarse de otras azoteas vecinas siendo el guardián de todo lo que encontraba. Ribeyro presenta un cuento narrativo, pasa de lo realista a lo rural y urbano, con un estilo sobrio y humorístico. Por ejemplo el cuento nos transporta hacia nuestra niñez, donde creamos nuestro propio mundo, lleno de cosas imposibles para los demás pero para nosotros muy realistas.
Los personajes de “
Por las azoteas” se dividen entre protagonistas y antagonistas. Los personajes protagonistas son el niño y el señor, ya que en ellos se basa el eje central del cuento. Asimismo, los personajes antagonistas son los padres, ya que ellos solo aparecen en la parte final impidiéndole al niño volver a ver al señor. Mientras el niño representa ser risueño, curioso y que tenia mucha imaginación, pues imaginaba que era el rey de las azoteas y mandaba a todos, en el cuento precisa “entre todos estos trastos yo erraba omnipotente, ejerciendo la potestad que me fue negada en los bajos” (Ramón, 1958, pág. 73). Sin embargo, también se encuentra la personalidad reservada y solitaria del señor como no se evidencia en el cuento “A pesar de nuestras largas conversaciones, sin embargo, yo sabia poco o nada de él”. (Ramón, 1958, pág. 76).
La recepción critica “
Por las Azoteas” ha sido en su mayoría positiva, elogiando al autor por su forma de contar sus cuentos basados en su vida personal donde la transición de la infancia a la adultez, explorando cómo las experiencias tempranas influyen en la formación de la identidad y el carácter de los personajes en su vida adulta, utilizando las azoteas como un símbolo de este tránsito. Sin embargo, la interpretación de la obra ha variado a lo largo del tiempo, con algunos críticos destacando su forma de como narra los ambientes urbanos para construir el relato de la frustración individual y colectiva, narrados en un estilo sencillo e irónico.
Se puede concluir, que el cuento nos invita a sumergirse en el mundo de la imaginación infantil y el reflexionar sobre la pérdida de este elemento en la sociedad contemporánea. Además, tiene un estilo narrativo sencillo e irónico, y
Ribeyro nos transporta a través de las aventuras de un niño en las azoteas, explorando temas de identidad, soledad y la transición de la infancia a la adultez. Por último, la habilidad para construir personajes entrañables y situaciones cotidianas añade profundidad a la narrativa y conecta al lector con las emociones y dilemas universales presentes en el cuento.