J. M. Coetzee
Biografía: John Maxwell Coetzee nació el 9 de febrero de 1940 en Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Este escritor sudafricano se licenció en Matemáticas e Inglés en la Universidad de Ciudad del Cabo. Se trasladó a Inglaterra en su juventud y trabajó una temporada en Londres como programador informático. Unos años mas tarde se desplazó a Estados Unidos, donde impartió clases como profesor universitario de Lengua y Letras Inglesas. Volvió a su ciudad natal en 1984 para trabajar como traductor, crítico literario y docente de Letras Inglesas en la Universidad local, empleo que conservó hasta su retiro oficial en 2002. Sin embargo, J. M. Coetzee no abandonó el entorno universitario y decidió continuar como investigador en el Departamento de Inglés de la Universidad de Adelaida (Australia).
La escritura de Coetzee recibe influencias de autores como Samuel Beckett, Fyodor Dostoevsky, Franz Kafka o Daniel Defoe. Uno de los temas habituales de Coetzee es el racismo, sobre todo el apartheid, drama que conoce de cerca y que denuncia transmitiendo el odio y el dolor sufrido por sus compatriotas. Sus obras suponen un alegato a la libertad y la igualdad, en un mundo donde imperan las injusticias, muchas veces implantadas a base de medidas crueles.
La obra literaria de Coetzee obtuvo el mayor reconocimiento universal en 2003 cuando le fue concedido el Premio Nobel de Literatura. Previamente había recibido el Premio Booker en dos ocasiones y el Premio Jerusalem.
Curiosidades: - J. M. Coetzee recibió la nacionalidad australiana en 2006, aunque esto no significa que el escritor se haya desvinculado o alejado de ningún modo de Sudáfrica, la tierra a la que pertenece y a la que se siente ligado profundamente, como se aprecia en muchas de sus obras.
CITAS, FRASES, DECLARACIONES Y POÉTICA: - "Un libro debería ser un hacha para romper el mar congelado en nuestro interior. ¿Qué otra cosa debería ser?"
- "Tendrá que aprender a escribir [...] Antes de lograrlo necesitará saber menos de lo que ahora sabe; tendrá que olvidar cosas. Sin embargo, antes de poder olvidar tendrá que saber qué olvidar; antes de poder saber menos tendrá que saber más. ¿Dónde encontrará lo que necesita saber? [...] ¿Dónde encontrará los conocimientos comunes de un mundo pasado, unos conocimientos demasiado humildes para saber que lo son?"
- "Es el reconocimiento de lo aleatorio de mi malestar, de su dependencia de un niño que un día gimotea bajo mi ventana y al otro está muerto, lo que despierta en mí la vergüenza más profunda, la indiferencia más grande ante la destrucción. En cierto modo, sé demasiado; y una vez que uno se ve infectado de este saber no parece haber recuperación posible".
- "¿Por qué no podemos admitir que nuestras vidas están vacías, tan vacías como el desierto en que vivimos, y por qué nos pasamos la noche contando ovejas o fregando los platos con el corazón alegre? No alcanzo a entender por qué debiera ser interesante la historia de nuestras vidas. Se me ocurren de continuo pensamientos sesgados a propósito de todas las cosas".
- "Todo mi talento sirve solamente para la inmanencia, para el fuego o el hielo de la identidad que reside en el corazón de las cosas. La lírica es mi único medio, y no la crónica".
- "El destino reparte cartas y tú juegas la mano que te ha tocado. No gimoteas, no te quejas".
- "En realidad, no iría a terapia ni en sueños. La meta de la terapia es hacerte feliz. La gente feliz no es interesante. Mejor aceptar la carga de infelicidad e intentar transformarla en algo que valga la pena, poesía, música o pintura".