Escribir (Henry David Thoureau)-Trabalibros
Escribir
Ficha técnica:
Editorial: Pre-Textos
ISBN: 978-84-8191-848-9
Número de páginas: 108
Género: Biografías-diarios
Valoración:
En 1969 Roland Barthes escribió un pequeño artículo para el "Corriere della Sera" enumerando las diez razones por las cuales él escribía y una de ellas era la de contribuir a agrietar el sistema simbólico de la sociedad. No sé si Barthes era lector de Thoreau y si había leído "Walden", pero ya en 1854 el autor de este libro afirmaba en él que su trabajo como escritor ("he elegido las letras como profesión" y los libros como "herramientas y materiales de trabajo") era "revisar la mitología", es decir, liberar al lenguaje de adherencias, retóricas y servidumbres culturales y además emancipar al lector, eliminar plomo de sus alas y bautizarle por inmersión en un flujo de palabras sencillas, y por esa misma razón exhuberantes, que aporten algo del vigor que las ha inspirado.

Siguiendo el consejo de Emerson, su amigo, mentor y empleador ocasional, Thoreau empezó a escribir un diario que ya nunca abandonó (1837-1961) y que es su auténtico legado. De él extrajo todos los materiales que le sirvieron para componer sus libros y conferencias. A él pertenecen también las citas que integran "Escribir" y que vienen a redondear la poética particular del genio de ConcordPoética que podríamos resumir de la siguiente manera: 

Lo importante para escribir es la manera de mirar y ver, y por lo tanto, de pensar y vivir, y no tanto la manera de expresar o el uso acertado de la retórica. Lo primero y no lo segundo es lo que marca las diferencias entre los libros. Un buen libro se nutre de pensamiento salvaje, libre e indómito, "un libro bueno de verdad es algo tan salvajemente natural y primitivo, misterioso y maravilloso, ambrosíaco y fértil como un hongo o el liquen" y debe haber sido escrito con placer y con la intención de ofrecerlo a dios o devolverlo a la naturaleza pura de la que surgió.

Debemos saber que será a través de nuestra escritura cómo medirán el respeto que nos tenemos a nosotros mismos y la calidad ética de nuestra vida ("lo mejor que escribamos será lo mejor que seamos"). No necesitaremos método ni manual, tan sólo estar alerta y fijar la mirada en lo verdadero y lo real, manteniendo así "la libertad y la vigilia de nuestro genio". De igual manera, no seguiremos modas temporales, ni corrientes, ni escuelas, porque "lo que se sacrifica al tiempo se pierde para la eternidad". Beberemos en manantiales profundos, extrayendo de allí palabras y frases saludables, frases que puedas pronunciar "entre la espada y la pared".

En definitiva, el mensaje de Thoreau se resumiría en amar la verdad y, siguiendo nuestro propio genio, escribirla sinceramente, tratando de "extraer la miel de la flor del mundo" con hombría, paciencia y serenidad.
Enviado por: Bruno Montano
Otros libros de este autor:

El arte de caminar

Diarios

Las manzanas silvestres

Henry David Thoureau-Trabalibros
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