El libro El Extranjero de Albert Camus es conocido por ser una de las obras más popular del autor, no solo por su temática si no por su contexto donde estaba escrita, desarrolla una filosofía de la absurdidad de nuestra existencia y de lo incoherente que es, esta obra fue analizada desde la óptica existencialista a pesar de que el autor negó pertenecer a dicha corriente. Albert Camus nació el año de 1913, en Mondovi, una ciudad en la Argelia Francesa en una condición de pobreza extrema, llamado por algunos periodistas «El Benjamín de la literatura universal francesa», fue un filósofo y ensayista francés, entre muchas más profesiones. En 1942 Camus publicó sus dos más grandes obras El mito de Sísifo y El extranjero, tenía tan solo 29 años, escribiéndose simultáneamente cuando estaba gravemente enfermo, sufriendo dos episodios críticos de tuberculosis que habían afectado a sus pulmones, fue un convencido anarquista, y dedicó parte importante de su libro El hombre rebelde a exponer y cuestionar sus propias convicciones. La última producción literaria que escribió en vida Camus sería una Los relatos del exilio y el reino (1957) la cual representan la última obra antes. Camus escribió El extranjero como una crítica hacia la sociedad que margina al individuo. En el contexto de una Europa devastada por dos guerras mundiales, esta obra refleja una narrativa sombría, donde el entorno está marcado por la falta de pasión o voluntad humana.
La duda de Meursault de que fue "hoy" o "ayer" es el pensamiento filosófico del autor retratado en una sola frase, el absurdismo, la falta de convicción social hacia todo lo que ocurre a su alrededor, en un estado de total apatía. Esto tiene que ver mucho con lo que nos quiere decir el autor y se refleja en la siguiente pregunta ¿de qué sirve vivir si igual vamos a morir? Se puede notar algo de este hecho sobre cómo la tranquilidad que muestra Meursault sobre algo tan sagrado para muchos o todos como lo puede ser el entierro de nuestra propia madre y por qué tendríamos que hacer tanto revuelo por algo tan natural como lo es la muerte, él lo pone en cuestionamiento. Así mismo todo lo absurdo que es la idea de vivir, según el desarrollo de la obra, genera el extrañamiento, sentirse ajeno en un ambiente común, según Martínez (2023) «Meursault es un joven indiferente ante la vida, que reacciona a los problemas sin la emoción que la sociedad espera de él». Por ello Camilo subraya la idea de que Meursault vive en un estado de apatía emocional y una búsqueda constante de sentido en un mundo absurdo y sin propósito aparente. Esto se consuma con el hecho de que Meursault es una persona que es indiferente, ante todo, pero se puede hacer muchas más interpretaciones de lo sin sentido de la vida ¿es el sentido de la que damos a la vida una mera ilusión para llevar nuestra misteriosa existencia? o simplemente la vida está carente de todo significado y que todo lo que nos rodea, el Universo es irracional y solo somos una broma cósmica, y, por lo tanto, toda la vida resulta como algo absurdo. Sin embargo, Camus dice que esta carencia de aparente sentido a la vida, puede ser una oportunidad para vivir la vida más plenamente y sin cadenas. Sin embargo, nunca quiso decir que somos seres absurdos o todo el mundo que nos rodea lo es, si no apelaba al hecho de que los humanos somos seres obsesionados con ver claridad y orden y darles un sentido a las cosas, el grito del ser humano al significado del universo es respondido con un silencio apabullante. Este conflicto es lo que Camus y su obra quieren decir con lo absurdo, ese deseo de darle sentido a nuestra existencia y cuando aparentamos haberlo comprendido se desvanece como de nuestras manos, la realización de que somos un grupo de primates viviendo en una roca que llamamos Tierra en un vasto lugar que no es indiferente y que dentro de 100 años ya nadie va a saber que hemos existido, en un principio puede llevar a uno a la desesperación y llegar a preguntarse ¿cuál es el punto de todo esto? es cuando se da cuenta del sin sentido y nos cuestionamos del ¿por qué debo ir a trabajar como un esclavo, tener una familia, ir a la iglesia? ¿por qué debo de escuchar música? ¿qué ganaré con eso? Por lo tanto, Camus nos habla de lo absurdo de todo, y que refleja, desde la perspectiva de nuestro tiempo, de lo que nos pasa como individuos en la era tecnológica actual, asfixiados, llenos de estímulos permanentes, ejemplo, las redes sociales, el carro inteligente, el celular inteligente, el bombardeo de datos, etc., lo que al final desarrolla el sentimiento de vacío y hacer cosas por pura inercia que ni siquiera nos dan placer y ni tienen una justificación a nuestro alrededor, y que resulta en la extrema soledad que siente el individuo en la era moderna.
Meursault presenta un notable desapego emocional hacia acontecimientos importantes como la muerte de su madre y las interacciones sociales, lo que muestra desinterés hacia las normas sociales y las convenciones emocionales. A pesar de su indiferencia general, parece vivir en el presente, disfrutando de lo bien que se siente nadar y de la compañía de Marie, sin preocuparse por el pasado ni el futuro. Además, la falta de sentido y propósito en la vida, son características del pensamiento de lo absurdo. Sus acciones parecen no tener otra motivación que el simple placer físico y la gratificación instantánea. De igual manera, la muerte de la madre de Meursault y su posterior olvido de que era sábado destacan el contraste entre la vida y la muerte, así como entre la rutina diaria y los momentos de goce y desconexión. Aunque Meursault disfruta de estar con Marie, sus interacciones parecen superficiales y carecen de profundidad emocional. Esto resalta cómo el protagonista mantiene una distancia emocional evidente, manifestada en su narrativa indiferente y su falta de respuesta emocional ante eventos significativos, como la muerte de su madre. En consecuencia, su actitud apática y desinteresada hacia la vida, así como también las interacciones personales, sugiere una forma de rebelión contra las expectativas sociales; sin embargo, nos enfrenta a la realidad de la desconexión emocional que puede resultar de esta actitud. La falta de comprensión y empatía en las relaciones humanas resalta la importancia de la comunicación clara y la capacidad de ponernos en el lugar del otro, lo que nos lleva a cuestionar la naturaleza de nuestras interacciones sociales y emocionales ¿Estamos simplemente siguiendo normas y convenciones, o buscamos autenticidad y conexión genuina? La manera en que respondamos este cuestionamiento variará según los valores y las prioridades personales, así como el entorno en el que nos encontremos. Por otro lado, este proceso de búsqueda requiere autoexploración, valentía para desafiar las expectativas sociales y disposición para ser vulnerables con los demás. En última instancia, es un viaje personal que cada individuo debe emprender, pero que puede enriquecer nuestras vidas y nuestras relaciones de manera profunda y significativa. Según Eguren (2023) «El personaje acepta el mundo tal como es, sin chistar, y la sociedad lo condena por tal actitud cegadora como el sol». Así pues, este hecho destaca la complejidad de la relación entre el individuo y la sociedad, así como la naturaleza de las expectativas sociales y la percepción del comportamiento humano. También plantea preguntas sobre la moralidad y la justicia, que se ven influenciadas por las normas sociales y las convenciones emocionales. En última instancia, sugiere que la aceptación pasiva de la realidad puede llevar a consecuencias imprevistas y a una desconexión entre las acciones individuales y su percepción por parte de la sociedad.
La narrativa en primera persona nos invita a sumergirnos en los pensamientos y emociones del protagonista, permitiendo así una conexión más íntima con su experiencia en el tribunal, por lo tanto, plantea interrogantes sobre la subjetividad en la interpretación de los eventos y en la construcción de la empatía hacia el personaje central. Además, la creación de tensión y suspense a través de la espera prolongada del veredicto nos lleva a reflexionar sobre cómo se maneja el ritmo narrativo y si esta técnica es efectiva para mantener el interés del lector; asimismo, nos plantea preguntas sobre la relación entre el tiempo narrativo y la profundización de la atmósfera emocional. Por otra parte, el giro inesperado en el veredicto desafía nuestras expectativas y nos lleva a considerar la coherencia narrativa, cuestionando si este giro dramático es una táctica efectiva para impactar al lector o, por el contrario, podría considerarse un recurso superficial; esta sorpresa también abre un debate sobre la autenticidad y credibilidad de la narrativa. Además, los detalles de caracterización enriquecen la trama y sugieren la complejidad de los personajes secundarios, lo cual nos lleva a preguntarnos cómo influyen estos detalles en nuestra percepción de los motivos y acciones de los personajes y que revelan sobre las dinámicas de poder y relaciones sociales dentro de la historia. Al final, el tema de la resignación y la inevitabilidad del destino nos invita a reflexionar sobre la filosofía existencial y la representación de la condición humana en la obra, cuestionando cómo se manifiesta esta resignación en el protagonista y qué nos dice sobre la naturaleza del libre albedrío y el control sobre nuestro propio destino.
El extranjero de Albert Camus es una obra que desafía las normas y expectativas de la sociedad a través de la perspectiva única de su protagonista, Meursault. La novela es una representación magistral de las ideas del existencialismo y el absurdo, invitando al lector a cuestionar la naturaleza de la existencia y el sentido de la vida. Meursault es un personaje que se desvía radicalmente de lo que se considera normal en términos de emociones y comportamientos sociales. Su indiferencia ante la muerte de su madre y su incapacidad para expresar sentimientos convencionales, como el amor o el arrepentimiento, lo colocan en un lugar de alienación total. Esta alienación no sólo lo separa de los demás, sino que también lo convierte en un forastero en su propia vida. El juicio de Meursault es otro punto clave de la novela. Más que juzgar el acto del asesinato, el tribunal parece más interesado en condenar la actitud indiferente de Meursault ante la vida. Su falta de conformidad con las expectativas emocionales de la sociedad es percibida como una amenaza, lo que lleva a su condena no solo por el crimen cometido, sino también por su incapacidad de encajar en el molde social. Esta parte de la obra pone en evidencia la hipocresía de una sociedad que prefiere la mentira y la falsa moralidad antes que enfrentar la verdad cruda de la existencia humana. La narrativa minimalista y la prosa desapasionada de Camus reflejan perfectamente la perspectiva de Meursault. Al final, cuando Meursault acepta la indiferencia del universo y su propio destino, Camus nos presenta una visión clara del absurdo: la vida no tiene sentido inherente, y la búsqueda de significado es una tarea personal e intransferible. El extranjero es una obra provocadora que desafía al lector a revaluar sus propias creencias sobre la vida, la muerte y el sentido de la existencia. A través del protagonista, Camus nos muestra la belleza cruda de la honestidad y la aceptación del absurdo, dejando una marca indeleble en la literatura y en la filosofía moderna. A través del libro de Albert Camus se puede entender el tipo de mundo en el que vivimos, el de aislamiento y de soledad del individuo, una obra que originalmente fue escrita para retratar el ya muy repetido absurdo de la vida terminó siendo objeto de entendimiento del intoxicamiento de estímulos permanentes del que el individuo está sometido, como el internet, las noticias, los videojuegos etc. Que resulta en el sentimiento de un nada del yo interno. Del que no sentir empatía con los demás, es decir, sentirnos extranjeros en nuestro propio entorno.
En definitiva, el libro de Camus nos lleva a reflexionar, analizar y a ponernos a pensar acerca de cómo la condición de Meursault, a simple vista, una descripción de nuestra de la sociedad de la posguerra, tiene cada vez más relevancia de acorde a la nuestra, siendo la misma sociedad con la que vivía Camus como la que tenemos ahora, siendo también una advertencia de cómo la indiferencia ante todo puede llevarnos a perderle sentido a todo, como por ejemplo dar likes a publicaciones de niños hambrientos en África y decir que resolviste tal situación, por supuesto, todo esto es la nada misma, no tener ningún tipo de compromiso. En fin, lo que Camus trata de retratar es que la vida es lo que nos pasa a diario, nuestros enojos, llantos, alegrías y la indiferencia como la de Meursault, no es vida, es muerte en vida.
Referencias:
Eguren, C. J. (2017, marzo 10). Crítica del libro: El extranjero de Albert Camus, matar a otro. Carlos J. Eguren. https://carlosjeguren.com/critica-el-extranjero-albert-camus/
Martínez, C. (2023, junio 13). Crítica: Opinión del libro El Extranjero de Albert Camus. https://mariamoliner.junior-report.media/opinion-del-libro-el-extranjero-de-albert-cam us/