Relaciones
Félix Luis Fuentes
La primera fue cuando tenía 12 años. La verdad es que con mi poca experiencia no sabía mucho que hacer, ni que decir, nos limitábamos a jugar. Nuestra relación duró hasta que ella tuvo un desgraciado accidente en Las Cañadas del Teide. A partir de ahí nos fuimos distanciando.
Ya de adulto estuve con una granadina, morena de voz muy dulce y con bonitas curvas, que se adaptó muy bien a nuestra ideosincracia canaria. Hasta tal punto que le encantaba cantar canciones de nuestro folklore, nos lo pasamos muy bien en tenderetes y romerías.
He de confesar que mi amistad o más que amistad no siempre ha sido con españolas. Un día en Santa Cruz un amigo me presentó a una americana, una rubia preciosa con un cuerpo perfecto ni muy delgada ni muy gruesa, me dijeron que tenia que ver con la tele, pero no me enteré muy bien, ella americana y yo con mi poco inglés, no era fácil entenderse. Poco a poco lo fuimos consiguiendo y llegamos a disfrutar muchísimo, hasta que uno más atractivo que yo se la llevó para Mallorca.
En Madrid conocí a una alemana, muy guapa, aunque con unas caderas anchas y un cuerpo algo grande para mi gusto, pero nos enrollamos y se vino conmigo para Canarias. Nuestro noviazgo estaba resultando algo complicado y nos fuimos juntos a un taller en un hotel en Alicante donde unos coach, a nosotros y a otras parejas, nos ayudaban a tener una unión más placentera. La verdad es que influyeron bastante en que mejoráramos nuestra convivencia.
Al año siguiente, volví al mismo taller, pero esta vez con una canadiense ¡Es que no tengo remedio!
Más tarde me enamoré por internet de una japonesita de tez pálida pero muy bonita, le pedí que viniera a verme y establecimos un vínculo muy íntimo. Recuerdo la primera vez que la desnudé y le di un masaje con aceite en la zona de su columna, se quedó como nueva. La verdad es que vibramos juntos en buena sintonía.
Mi actual pareja nació en Indonesia y tiene nacionalidad sueca, es delgaducha y tiene poca cabeza, por no decir ninguna, pero nos llevamos muy bien. Lo que ocurre es que no estoy sólo con ella ya que yo practico el poliamor con todas estas guitarras, y procuro hacerlas vibrar casi a diario.
Bueno no está mi primera guitarra que se estalló en el Teide seguramente por un cambio brusco de humedad ni tampoco la Fender Telecaster americana que la disfruta mi hijo en Mallorca.
Félix Luis Fuentes
28/01/2023
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