El desierto blanco

Félix Luis Fuentes
Un papiro para los egipcios, un pergamino para los romanos, una tira de madera o bambú para los escribas chinos, un soporte de seda o cáñamo, una hoja de papel obtenida de fibras vegetales, una página de ordenador. Toda esta evolución que ha permitido el desarrollo cultural y las transmisión de conocimientos a través de los siglos, se convierte en ocasiones en una página en blanco, una página que pronto se llena de caracteres que se unen y se separan formando una composición de signos codificados  que forma un texto.
En otras ocasiones, el blanco de la página permanece, no hay líneas negras que se dibujan una y otra vez, sólo un inmenso desierto blanco provocando angustia para quien intenta hacer llover las palabras que conviertan el árido desierto en un oasis de ingenio donde broten ideas sobre algo profundo, o algo dramático, o divertido, o entretenido, o simplemente algo con sentido que haga mantener el interés del futuro e hipotético lector.
Hace un rato encendí el ordenador y me quedé contemplando la página en blanco de mi programa de tratamiento de textos y no sabía lo que iba escribir, pero no me angustié, sólo me quedé mirando el inmenso desierto blanco y fue éste el que me insinuó la idea que podía desarrollar. ¿Por qué no? escribir sobre la página en blanco, el miedo a no poder comenzar a rellenar el espacio con signos que reflejen algún pensamiento, minutos y minutos, pasando el tiempo que nunca descansa, y el blanco parece que cada vez es más blanco. Pero a veces ha habido suerte y se deslizó la pluma, el bolígrafo, sonó el martilleo de la máquina de escribir incluyendo los golpes del carro al cambiar de renglón, o se produjo el teclear fluido sobre
el moderno portátil dando lugar a valiosos hitos de la literatura, unos premiados y otros no, unos leídos por millones de personas y otros olvidados.
"Las musas no se presentan de repente" es lo que dicen muchos escritores, "a las musas no hay que esperarlas, quien quiere escribir debe sentarse a ello con frecuencia. Mejor si es todos los días y si llegan las musas mejor que te cojan escribiendo". Me gustaría saber y poder escribir, pero estoy suspendiendo la asignatura de la continuidad, además de otras, probablemente. Por hoy me conformo con que el futuro e hipotético lector que invierta su tiempo en estas líneas haya llegado hasta este punto final.

Félix Luis Fuentes
19/01/2023
Texto libre Trabalibros

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