Siempre hay un viaje a Roma

Edna Aponte
Miramos una postal típicamente romana con 3 columnas dóricas eso si de unos 30 metros de altura y un frontispicio con la inscripción: foro Romano, il tempo de castiori. Rosa de los vientos señala que algunas veces hacía esos viajes intempestivos. Él la llevó allí ante ese vestigio de ruina, era como una polis, un ágora, afirma, aunque en medio de una calle cualquiera de la ciudad de Roma, pues adquiere cierta singularidad. Entra un viento leve que desordena a las postales, quiere decirme algo más; "desde el balcón del hospedaje podía contemplar esa ruina de ágora", una vez más me pregunta si eso es lo que también veo, le hago ver con un ademán que no lo sé porque las ágoras son griegas no romanas. Sin embargo la sigo en su memoria y veo con sus ojos de viento, que eso es lo que realmente veo.

"Busca a Dafne y Apolo". Ese viento que despeinó la baraja de postales sobre la mesa pequeña de madera de encino ya vintage, me mostraba lo que Rosa y sus vientos me pedía. "Lee lee la letra frágil con la misiva de los cubiertos"

Querida Madrina: ¿Cómo has estado? Yo contento con esa tarjeta de navidad, gracias. Leti y Beti estarán contigo como siempre, acurrucadas en tu regazo como en cada luna nueva, fieles y locuaces. Te cuento que fuimos a cenar a la casona del candil verde cuya luz reflejaba a Dafne y Apolo en su desnudez y alegría. Repetimos dos veces, y en las dos cenas me dieron el plato con el tenedor de oro y a la Nena le tocó la cuchara de plata. Por eso te mando esta tarjeta postal para que recuerdes el oro y la plata, recuerdes todo madrina y algún día lo vuelvas a contar a alguien que te quiera conocer desde la época en la que fuiste tan dichosa. Seguiré guardando el secreto de los cubiertos que solo tú nos revelaste para poder verlos aquí, en vivo, si eres una madrina que como una hada nos deja ver donde los otros no alcanzan ni sospechan nada, que emoción los encontramos sin esfuerzo, asi solamente nos los trajeron con la cena, dos veces. Besos y abrazos de tu ahijado Josep.


(Ficción postal: POSTALES PARA UNA MALETA, de Edna Aponte).
Texto libre Trabalibros

PUBLICA Envía tus textos libres aquí
subir