Niebla tranquila

Iñigo Arretxea
Tranquilo, eso es lo que estaba en ese momento, tranquilo. Sin preocupaciones, sin deber nada a nadie, con la conciencia tranquila. Estaba saliendo el sol y me encontraba en lo alto de la montaña, viendo aquellas maravillosas vistas. Volando, eso es lo que pensé que estaba haciendo en ese momento, ya que se veía una manta de niebla bajo mis pies. Se veían los picos de las montañas que rompían la manta de niebla. Cuando desperté del sueño real que estaba viviendo me acorde que esa mañana había quedado con la madre de mi novia para hacerle un regalo a esta. Cogí la mochila y junto a mi perro "Lua" me dispuse a descender, incluso pensé que era buena idea tirarme sobre la manta blanca, para descender mas deprisa.
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