Según indica la historiadora
Judith Flanders, autora de un libro de inminente publicación titulado "
Dicken´s London",
Charles Dickens dijo en su testamento que no quería ceremonias públicas, ni estatuas ni reconocimiento público, quería morir y ser enterrado como un hombre común y que sus libros fueran su único monumento. Pero no ha podido ser así,
Londres se ha volcado en la celebración del
200 aniversario del nacimiento de uno de sus escritores más insignes, autor entre otras de "
Grandes esperanzas", "
Casa desolada", "
Oliver Twist" y "
Historia de dos ciudades".
El
príncipe Carlos, en un acto oficial, depositó una corona de rosas blancas sobre la tumba del autor, que descansa en la
Esquina de los Poetas, parte del cementerio dedicada a los grandes literatos nacionales. También asistió a un servicio religioso celebrado en su memoria en la
Abadía de Westminster. Visitó además el
museo Charles Dickens de Londres, donde la actriz
Gillian Anderson leyó extractos de la obra del escritor.
Aprovechando la ocasión el Correo Real británico ha emitido dos nuevos
sellos con personajes de
Dickens. Se pueden ver en la televisión inglesa adaptaciones recientes de "
Grandes esperanzas" y "
El misterio de Edwin Drood" y además visitar un parque temático llamado
Dickens World, la exposición sobre
Dickens en el
Museo de Londres o bien su propio museo, situado en el número 48 de Doughty Street (
www.dickensmuseum.com).
Charles Dickens, hijo de un empleado administrativo de la Armada, usó su talento literario para defender con pasión la justicia social. Denunció claramente la distancia insalvable entre ricos y pobres, mostrando siempre desconfianza hacia los primeros y compasión por los segundos.