En un
mundo laboral en el que no importa tanto el
trabajador y su esfuerzo como el
producto y los
beneficios que genera éste,
Isaac Rosa se pregunta por qué el
asalariado se presta, sin asomo de rebeldía, a la
alienación, la humillación y muchas veces la injusticia que supone el
trabajo.
La mano invisible no es sólo la que, según
Adam Smith, mueve los hilos del
capitalismo, también la mano de obra es
mano invisible, que está detrás de todo aquello que consumimos. Una masa asalariada mueve el mundo, pero no los vemos. Forman el engranaje oculto de una maquinaria que produce y se reproduce sin pausa.
El
trabajo duro, deshumanizador, repetitivo sigue existiendo, pero su presencia es silenciada en la
literatura actual.
Isaac Rosa intenta en su
novela "
La mano invisible"
hacer "narrativa del
trabajo", intentar comprender el
trabajo "desde la cabeza del
trabajador".