El incombustible dibujante barcelonés Francisco Ibáñez sigue deleitando a niños y adultos con sus comics a sus 79 años de edad. Las delirantes aventuras de la pareja de agentes secretos de la TIA se recogen en 200 álbums que cada vez se ajustan más a la realidad social y política que nos rodea. Los recortes económicos, el escándalo de Wikileaks, los juegos olímpicos y el problema del botellón fueron algunos de los temas escogidos por Ibáñez durante los últimos años para argumentar sus viñetas; en esta ocasión se inspira en un asunto de candente actualidad protagonizado por un personaje que todos seremos capaces de identificar: un tesorero del "Partido Papilar".
El responsable de economía del Gobierno desea disponer de dinero para gastos varios cuando descubre con horror que los fondos del Partido Papilar han sido robados. Existe un sospechoso de saquear las cuentas del partido, alguien que ha desaparecido de repente. Su pelo es cano y lo lleva siempre engominado, viste de traje, viaja en limusina y tiene la fea costumbre de levantar el dedo corazón lanzando así un gesto cargado de significado hacia sus enemigos. Es El Tesorero, un peligroso personaje al que Mortadelo y Filemón tendrán que espiar por orden del Super para tratar de averiguar el lugar donde se encuentra el dinero desaparecido.
El historietista Francisco Ibáñez, además de Mortadelo y Filemón, es creador de otras muchas series de humor entre las que se encuentran Rompetechos, 13 Rue del Percebe, El Botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio o Chicha Tato y Clodoveo. Es el autor más conocido en nuestro país, así como uno de los más prolíficos y valorados. Su obra se ha convertido en un icono de varias generaciones y su influencia es evidente en el mundo del comic español. En 1994 le concedieron el Gran Premio del Salón del Cómic al conjunto de su obra y en 2001 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.