Las obras de Arthur Conan Doyle, de Arthur Morrison y de otros escritores de novela negra se encontraban entre los textos predilectos de
Fernando Pessoa. Tal y como confesó en alguna ocasión, los momentos de mayor disfrute para él eran los que le proporcionaba la lectura de estos libros, en los que se enfrascaba "de cabeza y de corazón". El "divertimento intelectual" que obtenía por este medio formaba parte del "inestimable y reducido número de horas felices" que la vida le permitía pasar.
Pero
Pessoa no se limitó a leerlas y dio un paso más: se decidió a escribirlas. Con este objetivo creó a un personaje al que bautizó con el nombre de
Quaresma, un detective privado al que le gustaba leer a Shakespeare y que solía ir ataviado con sombrero y abrigo de paño.
Las novelas permanecieron en el mítico baúl del poeta donde se encuentran todas sus obras, su legado escrito. Algunas de ellas fueron rescatadas en 2008 para ser traducidas al castellano y publicadas por Acantilado, pero es ahora cuando esta misma editorial se decide a recopilarlas todas en un único volumen traducido por Roser Vilagrassa, que llevará por título "
Quaresma, descifrador".
El poeta, ensayista y traductor
Fernando Pessoa fue uno de los principales escritores del siglo XX. Posiblemente lo más característico y original de este autor sea el uso de máscaras (distintas personalidades literarias) que hizo posible su desdoblamiento en múltiples heterónimos (Ricardo Reis, Alberto Caeiro, lvaro Campos, Bernardo Soares...) De su extensísima obra destaca sobre todo el "
Libro del desasosiego", un texto magnífico que forma parte de los grandes libros de la literatura. Otros libros de su autoría son, por nombrar algunos, "Lisboa", "La hora del diablo", "El regreso de los dioses" y "El banquero anarquista".