Ayer 4 de Junio, el jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2014, presidido por D. José Manuel Blecua Perdices, compuesto por catorce integrantes relacionados directamente con el mundo literario y ejerciendo de secretario D. José Luis García Delgado, se reunió en Oviedo para tomar la decisión de conceder el prestigioso galardón al escritor John Banville, que competía con otros autores de la talla de McEwan, James Salter y Haruki Murakami. Con este premio Banville forma parte de una lista de ganadores entre los que se encuentran Mario Vargas Llosa, Antonio Muñoz Molina, Philip Roth, Margaret Atwood, Amoz Oz, Doris Lessing, Susan Sontag, Claudio Magris, Carlos Fuentes, Günter Grass, Álvaro Mutis, Claudio Rodríguez y Juan Rulfo.
Según las palabras que se reflejan en el acta del jurado, el ganador ha sido merecedor del premio porque "cada creación suya atrae y deleita por la maestría en el desarrollo de la trama y en el dominio de los registros y matices expresivos, y por su reflexión sobre los secretos del corazón humano". La belleza de su narrativa, el profundo conocimiento que demuestra sobre los claroscuros del espíritu humano y su capacidad para crear un universo propio, intenso, inquietante y característico, son habilidades destacables de Banville que, si bien en España no era demasiado conocido hasta hace unos años, sí se había hecho un hueco entre los escritores de culto.
Su popularidad va en aumento desde que publica su primer libro como Benjamin Black. Irrumpir con este seudónimo en el género negro, uno de los más leídos en nuestro país, le puso en contacto con una comunidad de lectores bastante amplia. Su primera novela policíaca tuvo por título "El secreto de Christine" y a ésta le han seguido seis obras más firmadas por Black. Incluso se ha atrevido a devolver a la vida al mítico Philip Marlowe, el detective creado por Raymond Chandler. De las obras firmadas con el nombre de John Banville podemos destacar "Eclipse", "El mar", "Antigua luz" y "Kepler", por citar algunas.