Trabalibros entrevista a Mario Vaquerizo sobre "Fabiografía"

Mario Vaquerizo es el vocalista principal del grupo musical "Nancys Rubias". Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha colaborado en medios como Rolling Stone, El País de las Tentaciones, Primera Línea y Vanidad. Colaboró en el lanzamiento artístico de Fangoria y Nacho Canut y ejerce de representante o agente de prensa de grupos como Fangoria, Dover, Merche y Silvia Superstar y de actrices como Elsa Pataki y Leonor Watling. Su popularidad se disparó a causa del éxito que obtuvo el programa que coprotagonizaba con su mujer, "Alaska y Mario", emitido por MTV España. En 2013 publicó "Haciendo majaradas", el primero de sus libros, una autoentrevista de la que se vendieron un buen número de ejemplares.

Bruno Montano de Trabalibros ha tenido la oportunidad de conversar con él con motivo de la reciente publicación por parte de la editorial Espasa de "Fabiografía", la biografía del pintor, cantante, poeta y compositor Fabio McNamara, un personaje poco conocido para el gran público que fue esencial para el desarrollo de la Movida madrileña de los años 80.

- Bruno Montano, Trabalibros (B.M.): “Fabiografía”, además de un reto profesional y personal para ti es un homenaje a un personaje irrepetible. “Un poco de Fabio es mucho”, dijo sobre él Tino Casal. La lectura de este libro me ha permitido descubrir un personaje que no conocía. ¿Qué lo hacía, o qué lo hace, tan especial?

- Mario Vaquerizo (M.V.): Eso mismo que acabas de decir tú. Qué lo hacía no, qué lo hace, no nos olvidemos de que Fabio es una persona que está viva. Hablar de Fabio es hablar del presente, es hablar de una persona que ha tenido una evolución lógica y coherente y que yo, como mero receptor, he plasmado a través de este libro gracias e él porque, como dueño de su vida, ha sido Fabio el que ha decidido cuándo se puede hablar de él. Por eso decidí escribir el libro en primera persona. Afortunadamente este libro no es un libro póstumo, es un libro de una persona viva y no he necesitado buscar terceras voces para que me hablen de él, es el propio Fabio el que me habla de sí mismo, con sus cosas buenas y sus cosas malas, con sus momentos álgidos, sus momentos vitales, sus momentos más tristes y sus momentos más sórdidos. 

Yo creo que Fabio McNamara es una persona genial porque es irrepetible. Conozco a mucha gente muy total, conozco a mucha gente que tiene capacidad para muchas cosas, pero Fabio como pintor es magnífico, como poeta es magistral, como compositor es maravilloso y es una obra de arte en sí mismo. Yo siempre digo que estar al lado de Fabio te hace sentir como estar en el cielo. Yo tengo mucha empatía con Fabio, por lo menos hablo el mismo idioma y eso es lo que me acerca mucho más a él. 

Tú me comentabas que te había descubierto un personaje que es maravilloso; yo no te lo he descubierto, yo he sido un mero transmisor. He estado con Fabio un año y medio y te lo he traido aquí en forma de libro. Y si eso ha servido para que la gente descubra a un personaje total como es él y le agrada, bienvenido sea, me sentiría muy orgulloso de ello. Pero tampoco vengo yo en adalid de ser descubridor de nadie, porque tampoco busca Fabio el descubrimiento. El descubrimiento lo busca en sí mismo.  

 
- B.M.: De hecho, según dices en el libro, te he costado diez años convencerle para poder escribirlo.

- M.V.: Sí, lo que pasa es que después de escribir el libro me he dado cuenta de que él es dueño hasta en eso y creo que estuvo bien que me dijera que no, porque hace diez años Fabio estaba en un cambio grande en su vida y si hubiéramos escrito el libro en ese momento habría quedado menos redondo, porque no hubiéramos visto la evolución a la que ha llegado Fabio a día de hoy con su conversión a la religión católica. Creo que eso es maravilloso y yo ahora, siendo consciente de lo listo que es Fabio, entiendo por qué me dijo que no. En aquel momento me sentó muy mal, porque yo sentía un auténtico afán de querer compartir (no tratar de descubrir, sino compartir) las cosas que me gustan de Fabio. Yo soy muy generoso por naturaleza y las cosas que a mí me gustan (sea un cuadro, una foto, una persona, una casa...) disfruto de compartirlas con los demás. En ese momento no entendí su negativa y me enfadé mucho con él pero ahora, con la perspectiva que da el tiempo, me he dado cuenta de que tenía razón porque, si no, el libro habría quedado incompleto. Nos habríamos quedado en una mera anécdota de Fabio en la que hubiéramos visto su infancia, pasando por la década de los 80 hasta los 90, y no habría pasado nada más. Fabio, en ese impasse de tiempo aparentemente no hizo nada, pero en realidad lo que hizo fue encontrarse a sí mismo.

- B.M.: Es muy sorprendente la evolución vital de Fabio. Su conversión espiritual, su cambio de valores. De rock-star a una vida retirada dedicada a la religión y la pintura. 

- M.V.: Fabio siempre fue muy espiritual, tú puedes ser muy espiritual siendo músico. Yo soy una persona muy espiritual, que a la vez soy muy frívola. Yo creo que la espiritualidad es algo innato en el ser humano. No estoy hablando de dogmas, hablo de la espiritualidad y esto es algo que en Fabio ha estado presente siempre.

- B.M.: De hecho, la portada de "Fabiografía" lo refleja. Vemos a un Fabio McNamara rodeado de querubines y sosteniendo un crucifijo en la mano.

- M.V.: Sí, por supuesto. La portada es obra de otro genio, que es Juan Gatti, y refleja muy bien cuál es el momento actual de Fabio. Yo no quería poner en la portada una de esas fotos maravillosas de los 80 que tiene Fabio de Pablo Pérez Mínguez, ni de Alberto García Alix, en las que saca el lado más yonki de Fabio. Si este libro se hubiera escrito, por ejemplo, en el año 87, la portada más adecuada habría sido la de Alberto García Alix, pero Fabio está en otra. Y precisamente por eso, porque no es un libro póstumo, como no me canso de decir.

- B.M.: Fabio tiene actualmente unos 56 o 57 años.

- M.V.: Sí, nació en el 58, o sea que está sobre esa edad. Es una persona joven. Es una persona con una vida muy intensa, pero también con una vida muy creativa, y con una vida llena de sentido del humor hasta incluso en los momentos más difíciles. Fabio se ha podido divertir mucho, desfasarse mucho en un momento dado, pero en todo momento ha creado y ahí quedan sus obras. Yo como espectador, eso lo agradezco mucho.

Es como todo lo que sucedió en casa Costus, que es un capítulo bastante esencial de este libro, porque también casa Costus es esencial en la vida de Fabio. Allí había un espíritu muy hedonista, de muchísima diversión, pero no se concebía que la frivolidad, el hedonismo o la diversión estuviera reñido con la creatividad. Los amigos se reunían allí, se ponían en la mesa camilla y, mientras escuchaban a Lola Flores o a Los Ramones y se tomaban un gin-tonic o se tomaban la última droga que acababa de llegar, Fabio escribía una poesía que decía "Caminaba Flor de Lotus / por la impávida pradera / y los búfalos de mimbre / le tocaban la cadera", que está dedicada a la Casa de Campo. Luego llegaban los Pegamoides, veían aquella poesía y la convertían en una canción que se llama "La tribu de las Chochoni".

Son cosas que han quedado ahí y a mí, eso es lo que me gusta. Sobre todo me gusta esa actitud ante la vida, que se sigue manteniendo en el caso de Fabio, en el caso de Alaska o en el caso de Nacho Canut, y que consiste en que el reconocimiento no tienes que buscarlo en terceras personas, el reconocimiento sale de uno mismo. Para bien o para mal, te lo reconozcan 2 personas o te lo reconozcan 25.000. Pero tú no buscas eso, tú lo que buscas es dar rienda suelta a lo que sientes y a lo que quieres hacer en ese momento. Eso es lo que convierte a algunas personas en personas totales. Son personas que, al momento de tener la oportunidad de conocerlas, alucinas. 

- B.M.: ¿Crees tú que ese espíritu, más que cualquier obra musical o plástica, es el verdadero legado de la Movida?

- M.V.: Sí, claro.

- B.M.: Yo pienso que este párrafo de tu libro resume a la perfección el espíritu de la Movida: "Más que espontáneos fuimos auténticos. No éramos unos falsos, no éramos postizas, no nos inventaron, no nos dio cuerda nadie; nos la dimos nosotros mismos. Siempre fuimos dueños de nuestro cuerpo, mente y espíritu y nadie nos dirigió ni nos comieron el coco".

- M.V.: Sí, pero todo eso tienes que contextualizarlo. Es decir, eso es una reflexión hecha en el momento actual. Él está hablando del pasado, pero esto es el presente. Yo no quiero que esto se vea como un ejercicio de nostalgia, Fabio no echa de menos nada de los 80. Es más, él prefiere su momento actual que el de los 80, pero no porque reniegue, sino porque es una persona que se siente muy feliz en el momento que está viviendo ahora, como me puede pasar a mí. Creo que no hay nada más triste en el mundo que anhelar cosas que no te han sucedido, porque eso te crea ansiedad y frustración, o echar de menos cosas del pasado, porque esto te crea nostalgia. Este libro no es nostálgico, este libro es la visión de una persona que ha vivido momentos muy importantes en su vida, que los refleja a la perfección porque tiene una memoria prodigiosa y que, como dice en el párrafo que has leído, no fue nunca manipulada ni trató de amoldarse a lo políticamente correcto.

Para mí la Movida eran sólo ellos, este grupo de gente. La movida -para mí, con todos mis respetos- no era Nacha Pop, Los Secretos, Trastos ni Betty Troupe. Betty Troupe eran unas chicas valencianas que fueron un día al Rockola y se hicieron new románticas en el año 83, pero el new romantic ya venía del año 80. Todo se engloba en la Movida, pero la esencia de lo que es para mí la verdadera Movida son estas 4 ó 5 personas de las que hablo en el libro, que además, gracias a que estaba la casa de las Costus, encontraron allí un sitio donde poder reunirse. Porque no les quería nadie, les tiraban piedras, les llamaban maricones, los comunistas no les querían por frívolos y los que no lo eran les pegaban y les tiraban con cadenas. El testimonio es la propia persona, más allá de la obra, más allá de la vida y más allá de la Movida.

- B.M.: En el caso de Fabio, ¿su verdadera obra es su vida?

- M.V.: Su verdadera obra es él, por eso yo siempre digo que es una obra de arte humana. Su mejor obra es él mismo. Fabio es único hasta en la hora de hablar y en la hora de expresarse. Esa es una de las cosas que yo quería mantener en este libro. Cuando yo me encuentro con las 85 horas que tengo grabadas de conversaciones con él yo, como periodista, sé que nadie habla del mismo modo en que escribe. Yo tenía que darle forma al texto para pasar de las conversaciones al libro, pero a la vez quería que el lector reconociera a Fabio cuando lo leyera. Ese era uno de mis retos. Fabio tiene una genialidad especial cuando habla y se inventa unos vocablos que son maravillosos y que, a veces, son muy difíciles de traducir. Por eso te digo que su verdadera obra es él mismo.

- B.M.: Hay una declaración programática de McNamara que aparece en el libro y considero muy interesante: “Lo que hicimos fue convertir lo cotidiano en pop y lo elevamos al máximo”. Coméntame esto.

- M.V.: Ellos lo consiguieron. Ellos estaban en casa Costus y las Costus tampoco tenían referencia de lo que era Andy Warhol, eran unos chicos que venían de Cádiz y no tenían información de nada de esto, su cotidianidad era el mimbre para buscarse la vida y ellos convierten su cotidianidad en el Chochonismo Ilustrado, que es la mayor representación del Pop Art, entendido de la mejor manera y sin ellos saberlo.

- B.M.: Hacían Pop Art sin ellos saberlo, no tenían referentes.

- M.V.: Claro, y esto es maravilloso, porque ellos no tenían ninguna pretensión de imitar a Warhol ni nada por el estilo, las Costus cogían la revista Hola cuando nadie que se consideraba moderno la leía, pero a ellos les gustaba porque les divertía y no tenían ningún complejo. Y eso lo elevaron a la categoría de Pop porque lo convirtieron en obras de arte, que te pueden gustar o no, estás en todo tu derecho, pero que ahí están. Esto implica un talento maravilloso, fuera de lo común.

- B.M.: Si no tengo mal entendido, tu anterior libro “Haciendo majaradas, diciendo tonterías” es una autoentrevista que escribiste con la condición de que Espasa te permitiera publicar luego esta biografía en 1ª persona de McNamara. ¿Estoy en lo cierto? ¿Tan importante era para ti recoger su testimonio, darlo a conocer?

- M.V.: Sí, es verdad. Pero mi intención no es darlo a conocer, yo no he hecho este libro para los demás, lo he hecho para mí. Esto ha sido un capricho que yo me quería dar. Yo, una vez he conocido a Fabio, lo que me apetece es pasar el mayor tiempo de mi vida con él. Fabio, aunque sea muy buen amigo a la vez es muy reservado, es muy tímido y se sabe muy poco de él. En realidad este libro fue una excusa para yo enterarme de todo lo que es Fabio, de cómo fue su infancia, algo que sólo saben su padre y su madre y ni sus amigos más cercanos conocen. Yo no he escrito este libro con la intención de reivindicar la figura de Fabio para que le conozcan más, porque además, si lo hubiera hecho con esa intención él no habría estado de acuerdo. A él le da igual que le reconozcan o no, él está muy bien así.

Sí que es cierto que yo soy consciente del momento mediático que atravieso, por eso me llama Espasa y me propone hacer un libro. Pero yo no me planteo escribir una novela porque no estoy capacitado, ni voy a ir de escritor porque no tengo ninguna pretensión literaria. Yo soy periodista, me defiendo bien haciendo artículos periodísticos o biografías como la que he hecho, tengo un corte más periodístico que literario. La editorial me propuso que hablara de mí, por eso escribí "Haciendo majaradas, diciendo tonterías", que era una autoentrevista, pero lo hice con la condición de que si el libro iba medianamente bien me permitirían escribir uno sobre Fabio. Y en Espasa, que son cumplidores, me lo han respetado porque mi primer libro fue muy bien, llevamos vendidos hasta el momento 45.000 ejemplares.

- B.M.: Comentas en el libro que Fabio estaba al margen del stablishment, pero también del underground.

- M.V.: Fabio está al margen de todo, es una persona pura y libre. Cuando digo que está al margen del mainstream es porque nunca ha formado parte de él, pero está por encima del underground, porque es más underground que los underground. Estas cosas, que parecen incongruentes, cuando conoces a Fabio las entiendes. Él no casa ni con el mainstream ni con el underground, es un marciano, es un ser de otro planeta, es un ser superior. Irrepetible, para lo bueno y para lo malo. Fabio jamás puede estar en el mainstream, porque se escapa. Y, a veces, a mí me da rabia. Este libro se está vendiendo y ahora es el momento en el que más cerca ha estado del mainstream, en menos de un mes llevamos ya dos ediciones del libro, pero es obvio que se está vendiendo menos de lo que se vendió el mío. Yo no lo entiendo y me pregunto en qué país estamos. Mi vida no es interesante, la vida interesante es la de Fabio.

- B.M.: Yo pienso que se le conoce poco, yo tenía referencia de él como pareja musical de Pedro Almodóvar en sus inicios, pero poco más.

- M.V.: Así es. También es verdad que Fabio, durante su juventud, decidió meterse en el mundo de la droga y eso hizo que perdiera creatividad; él tenía una creatividad alucinante que se vio mermada por ese abuso tan descontrolado y desquiciado de las drogas, que atentó contra su propia vida. 

- B.M.: El propio Fabio McNamara confiesa en este libro que, en contra de lo que algunos creen, las drogas no estimulan la creatividad, sino todo lo contrario.

- M.V.: Yo creo que eso es verdad. Lo mismo que te digo que no estoy de acuerdo con el "no a la droga", porque la prohibición produce el efecto contrario, tampoco estoy a favor de la propaganda a favor de drogarse porque se supone que así todo es maravilloso. Pues no, ni una cosa ni la otra. Tan malos me parecen los que dicen "no a la droga" como los que dicen "todo a la droga". Yo me considero una persona medianamente creativa, pero las veces que he estado bajo efectos de las drogas no he creado nada, porque estaba en otra cosa. Pero no creo que éste sea un libro en el que se condene a la droga, Fabio habla de su propia experiencia y habla a través de él, el que quiera que lo lea y el que no, no.

Este libro no pretende ser dogmático ni sectario, aunque entiendo que él tenga esa visión de las drogas porque lo ha pasado muy mal, sobre todo porque su problema de drogadicción ha hecho mucho daño a terceros, personas que se han drogado con él, que ya no se drogan y a las que no ha querido nombrar en su libro para no perjudicarlas. Tampoco esto aporta nada a lo que es la vida de Fabio, porque la vida de Fabio es más que un pico, son muchísimas cosas.

Desde Trabalibros agradecemos a Mario Vaquerizo el tiempo que nos ha dedicado y su amabilidad al contestar nuestras preguntas. Agradecemos también a la editorial Espasa el haber hecho posible este encuentro.