Daniel Chavarría (1933-2018) ha sido un escritor uruguayo que desde 1969 residió en Cuba, por lo que él mismo se definía como un escritor cubano nacido en Uruguay. Escribió cerca de veinte novelas, cuentos, guiones y otros escritos; destacó en la novela negra, si bien tocó otros estilos como la novela política y la de aventuras.
"El último room service" nos lleva hasta el año 1981 y nos presenta a Leo Barreiro, un cubano al que el deseo de salir de la isla le lleva a vivir un serie de desventuras que darán con sus huesos en la cárcel. Apodado el Mudo, Leo es encontrado en aguas cubanas con una serie de heridas de bala que, aunque no han podido acabar con su vida, le han dejado secuelas y visibles señales de por vida. Leo trabaja como barrendero y después de su jornada laboral se gana un dinero extra con la pesca furtiva en aguas cubanas. Un día, mientras revisaba sus nasas encuentra algo en el mar que le cambiará radicalmente la vida.
Chavarría comienza la novela narrando cómo llega Leo a la cárcel tras una estancia en el hospital para recuperarse de sus heridas de bala. La guardia de fronteras considera que Leo intentaba abandonar Cuba de forma ilegal, y eso le supone una serie de años en prisión; determinados sucesos que tiene lugar en la cárcel suponen que su pena se vea incrementada. Allí conoce y protege a un hombre, Valentín, sin tener un porqué; pero esa protección significa una amistad de por vida. El relato continua en las dos siguientes partes con la historia de qué encontró Leo en esa inmersión y cómo se fueron desarrollando los acontecimientos hasta llevarlo a la cárcel. En esta narración, conoceremos a diferentes personajes que comparten un vínculo además de conocer a Leo, este no es otro que traicionarlo de una u otra forma.
En esta novela de Chavarría encontramos una mezcla de pequeños toques que la convierten en una lectura entretenida y provocativa. Por un lado, el autor nos sitúa en una realidad social que lleva a los menos afortunados, económicamente, a desear abandonar la isla aunque para ello tengan que poner en riesgo sus propias vidas; adereza la historia central con un alto grado de erótica y de violencia, dedicando mayor detalle descriptivo a lo segundo; y, para acabar, la trama central de la aventura cargada de intriga y engaños. La narración es sencilla, si bien al estar salpicada por cubanismos y extranjerismos, lo cual es lógico, puede ralentizar la lectura en algunos momentos (aunque en ningún caso se hace compleja la lectura, la edición incluye un pequeño glosario de cubanismos por si fuera necesario interpretar alguna expresión). Además, el juego por bloques con el tiempo, nos lleva del presenta al pasado para volver al presente y cerrar la historia, saltando en la narración a tiempos más remotos para entender determinadas circunstancias o actitudes.
En definitiva, uno de esos libros que llegan a tus manos por arte de magia y que suponen un descubrimiento interesante a la vez que unas horas de interesante y entretenida lectura de ficción (o no…) e intriga.