El fiscal Robert White y su ayudante Sam Keefer se enfrentan al caso más sencillo que podría haber llegado a sus manos; en la defensa Toby Harper asumirá un caso difícil, imposible de ganar; su especialidad, las causas perdidas. Eugene es el perfecto culpable, sin querer contar nada que demostrase su inocencia, un caso fácil para la fiscalía… sin embargo, una trama política, un turbio pasado de hegemonía aria con efectos en el presente, y esa prueba 87 que será la solución de este caso.
Alberto S. Regatos entra en el mundo de la novela negra con un primer trabajo digno de los grandes narradores policíacos y de los thrillers legales. El que se presentaba como un sencillo caso de asesinato se convierte en toda una trama de intrigas políticas, mafias, escalas de poder, luchas de supremacía racial, defensa de los derechos humanos y de realidades en las brillantes vidas de los protagonistas. Una familia, el matrimonio y dos hijos, aparece cruelmente asesinada en su casa, todo apunta a que Eugene Mills, un simple trabajador portuario, ha cometido el horrible asesinato. Sin posibilidades económicas para contratar un abogado defensor recibirá la ayuda legal de un abogado de turno; sin embargo, Toby Harper, abogado defensor de gran fama por arriesgarse con los casos menos favorables, decide hacerse cargo de la defensa de Eugene. La juez Fields, conocedora de las artimañas del abogado, está prevenida por lo que pueda pasar para no permitir que el juicio se le vaya de las manos. Por su lado, el fiscal White no conoce mucho de la trayectoria de Harper y se enfrenta con la única carta de presentación de sus éxitos jurídicos y tener un caso claro de culpabilidad en las manos.
Pero si la trama fuera tan sencilla, esta novela no tendría sentido. Luchas de poder que intentan finiquitar el caso antes de que comience, mafiosos que de forma indirecta tienen un gran peso en el argumento, infidelidades que provocan el silencio de los implicados y, sobre todo, la aparición en escena de Kate Andersen darán un giro inesperado al desarrollo del juicio llevándonos a la época de Hitler para descubrir un macabro y misterioso experimento genético que ha llevado a la silla de los acusados a Eugene Mills sin saber este mucho sobre ese experimento.
La narración de la novela, llevándonos por pequeñas subtramas que nos mantienen alerta en varias direcciones, buscando al culpable del asesinato de South Street; la presentación perfectamente dosificada de los personajes principales de esta historia nos aclaran las intenciones de cada uno de ellos y nos permiten ir descartando opciones; el misterio del número 87 desde la portada del libro pero que no retomaremos hasta bien avanzada la novela; y otros tantos componentes, hacen de "La prueba 87" un libro ideal para los amantes de la novela negra e incluso me atrevería a decir que de los seguidores de John Grisham.