Me resulta difícil no comenzar esta vez refiriéndome a las cuidadas ediciones que nos ofrece la
editorial dÉpoca: tapas duras, sobrecubierta, pequeñas ilustraciones en el interior acompañando la narración, réplica de la ilustración de la cubierta en una lámina y marcapáginas. Motivos que a los lectores en papel nos ayudan a adquirir estas elaboradas ediciones.
Fergus Wright Hume (1859-1932) nació en Inglaterra; su familia emigró a Nueva Zelanda cuando él tenía alrededor de tres años, y allí se educó y comenzó su carrera profesional como abogado y a escribir sus primeros trabajos. Esta aventura la comenzó escribiendo obras de teatro que no consiguió vender a los responsables de los teatros de Melbourne; así que, dándose cuenta de que las obras de Émile Gaboriau (escritor francés, 1832-1873, que empezó a marcar tendencia en cuanto a novela negra y policíaca se refiere) eran muy bien aceptadas en Melbourne, cambió su estilo y escribió su primera novela de misterio.
"
El misterio del carruaje" (1886) fue la obra que más éxito alcanzó en su época. Un éxito que Hume logró en Oceanía, Estados Unidos e Inglaterra. El argumento gira alrededor de un cadáver hallado en el interior de un carruaje de alquiler. Las tramas que Hume va tejiendo para presentar los hechos del crimen, a los diferentes personajes, y las historias paralelas de cada uno de ellos, convierten a esta obra en una digna narración del género de misterio detectivesco. Y, ojo, en la época victoriana (1837-1901), que al final terminaremos descubriendo que ha sido la cuna de todos los géneros literarios…
Como obra victoriana respeta las costumbres literarias de la época.
Hume nos presenta una sociedad adinerada, educada, incluso culta; pero a la vez refleja las realidades de la sociedad: pobreza, prostitución, crímenes; utilizando lo primero para reflejar la estricta moralidad que se respiraba, y lo segundo para dejar en evidencia la doble moral que marcaba muchos comportamientos. En esta obra los antagónicos investigadores
Gorby y
Kilsip sirven de nexo entre esas dos versiones de la misma sociedad; suben a los cielos y bajan a los infiernos continuamente para desentrañar el misterio del asesinato de
Oliver Whyte.
Para dar mayor realismo a la narración, Hume hace referencia a periódicos de la época, el propio asesinato es expuesto al principio de la obra partiendo de informes reales de un asesinato ocurrido en Melbourne. También el autor se nutre de las referencias literarias a
William Shakespeare,
Miguel de Cervantes y Edward Young entre otros; se apoya también en referencias a hechos reales anteriores a su época y a otros que tuvieron lugar durante el tiempo en el que se ambienta esta novela.
Una característica de esta obra, que me ha llamado la atención, es que cuando la trama está claramente descubierta, y desde el lado del lector se podría dar por bueno como final, como han quedado pequeños flecos por aclarar, de personajes secundarios y tramas paralelas,
Hume dedica unas páginas más para dejar todas las historias utilizadas perfectamente explicadas y aclaradas, para que, creo, no quede duda alguna de que el final es el que es y que no hay posibilidad de utilizar otros hilos para buscar otros culpables.