"Desde su posición privilegiada tras el reloj, Hugo podía observarlo todo. Manoseó inconscientemente el pequeño cuaderno que llevaba en el bolsillo y se dijo que debía tener paciencia".
Hugo es un niño huérfano que trata de pasar desapercibido en la parisina
estación de
tren de
Montparnasse. Si alguien descubriera que vive solo en la
estación, sin duda le llevarían a un horfanato y no podría concluir el proyecto que tiene entre manos: reparar un
autómata que encontró su padre retirado en un museo. Sin duda, este
autómata oculta algún mensaje que su padre guardó para él.
Su tío, que trabajaba manteniendo los
relojes de la
estación en funcionamiento, desapareció dejando solo a
Hugo y ahora es el
niño, que posee una habilidad para la mecánica fuera de lo común, el que se ocupa del mantenimiento de los
relojes. De este modo, nadie se dará cuenta de su ausencia.
La reparación del
autómata requiere de piezas que
Hugo tratará de conseguir, aunque para ello tenga que
robar en el puesto de
juguetes de la
estación, con tan mala fortuna que es descubierto. Lo peor de todo es que le despojan de un objeto muy importante, el
cuaderno con las anotaciones que su padre y él habían tomado para poder reparar el
autómata.
Hugo, para recuperarlo, necesitará de la ayuda de otras personas, como una
chica amante de los libros que reparó en el
niño.
"
La invención de Hugo Cabret" es una novela narrada con palabras e
ilustraciones de
Brian Selznick. Con estas palabras presenta la
editorial SM este libro mágico que publica en una preciosa edición, en el que el peso de la historia lo llevan a partes iguales el texto y los
dibujos, todo ello artesanalmente elaborado por
Brian Selznick que los combina en una simbiosis perfecta. Sus
ilustraciones hechas a
lápiz cubren más de la mitad de las páginas y se presentan en una sucesión de planos casi
cinematográficos, con zooms y primeros planos incluidos, donde la imaginación del lector completa de forma automática el espacio entre una imagen y otra.
La originalidad de la novela debió fascinar a
Martin Scorsese, que la transformó en la
película ganadora de cinco
Oscar titulada "
La invención de Hugo". La lectura de este libro, que en principio fue pensado para niños de 10 o 12 años, supone una experiencia nueva que sorprenderá también al lector experimentado.
Selznick en "
La invención de Hugo Cabret" da un tratamiento distinto a la
ilustración e inventa así una
novela gráfica diferente, hermanada con el séptimo arte; el experimento funciona y resulta ser un goce para los sentidos.