Jack Ketchum (1946-2018) cuyo nombre real era Dallas William Mayr escribió en 1989 "La chica de al lado" (The girl next door), obra inspirada en un hecho real: la tortura, violación y asesinato de Sylvia Likens a manos de Gertrude Baniszewski, sus hijos y otros chicos del barrio.
La historia nos lleva a los años 50 en los Estados Unidos. David, uno de los protagonistas de esta historia sirve como narrador de la misma. Comenzamos en un verano apacible en el que los chicos juegan, ven la televisión, beben refrescos… hasta que aparece en escena Meg, una adolescente prima de unos amigos de David, los hermanos Chandler, que se ve obligada a vivir con ellos (también Susan, la hermana pequeña de Meg) tras el fallecimiento de los padres de las dos hermanas en un accidente de coche. La madre de los hermanos Chandler y tía de las dos niñas, Ruth, se convierte en protagonista de la historia en unas pocas páginas, pasando de ser la historia de un grupo de adolescentes a una historia de terror protagonizada por una joven madre (menos de cuarenta años) completamente desequilibrada.
Los jóvenes juegan entre ellos y con algunas chicas, atándolas a árboles, infligiéndolas pequeños castigos físicos y desnudándolas para pedirles que confiesen. Lo que menos importa es lo que puedan confesar, sino el hecho de descubrir el cuerpo desnudo de adolescentes. La aparición de Meg en un verano intrascendente de los chicos se transforma en una pesadilla para las dos hermanas. Los hermanos Chandler cuentan a su madre, Ruth, el juego que se traen entre manos en el grupo de amigos, y entre los cuatro convierten a Meg en el centro del juego, pero van un paso más allá, encerrándola en un sótano y sometiéndola a todo tipo de vejaciones y daños físicos y psicológicos. Aunque Meg le cuenta a la policía lo que está ocurriendo, no le dan la credibilidad suficiente, pensando que solo se trata de una adolescente que ha perdido a sus padres y no se adapta a la disciplina de su nueva familia. El objetivo de Meg en todo momento es proteger a su hermana pequeña, por eso no huye, por eso asume los daños, por eso deja de sentir…
Los hechos se van complicando hasta verse involucrados en un secuestro real en el sótano con más torturadores y más víctimas; lo cual conlleva tanto la resolución de la historia como los acontecimientos dramáticos con los que acaba. Lo más dramático de esta historia es que está basado en un hecho real, como ya comentaba. Los nombres son ficticios y el personaje de David no existió en la triste realidad.
La narración de Ketchum nos lleva a querer avanzar, querer dejar de leer, querer liberar a Meg, querer acabar con la vida de Ruth e incluso con la de sus hijos… es decir, que el estilo narrativo te envuelve en la historia desde las primeras páginas y no te permite despegarte hasta el epílogo del libro. La crudeza del libro es doble, tanto por los hechos narrados como por saber que sucedieron en la realidad. La tensión narrativa aparece de la mano de Meg, algo en la presentación del personaje te hace pensar en un final trágico, la descripción de las actitudes violentas de algunos chicos y de Ruth, son bastante duras, como lo es la descripción de las torturas y las escenas, en general, en el sótano de la casa de los Chandler. Asco, impotencia, odio, terror… son las palabras y sentimientos que se irán cruzando por la cabeza del lector, que si no tiene suficiente con la narración puede recurrir a la adaptación cinematográfica que hizo Gregory Wilson en 2007 (no confundir con "La vecina de al lado" dirigida por Luke Greenfield de 2007).