La vida nos debe muchas horas
Álvaro García Romero
La vida nos debe muchas horas
sin que nadie nos mire.
Tiempo para rociarnos con la mirada.
Silencio para el amor a gritos.
Noches
para clavarse los dientes
hasta el infierno,
escrutarse las entrañas
con las lenguas más marinas.
Navegar con los dedos las tierras
que no abarque la boca.
Sin pasillos oscuros.
Sin sombras que llamen a la puerta.
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