Oscilan a semejanza de pájaros en busca del calor.
Tratan de descifrar la incógnita del secreto que flota en el aire.
Su comienzo es lento, pero con un ritmo carente de monotonía.
Avanzan sin mirar atrás, con suma precaución, las caídas podrían entorpecer el logro de la meta ansiada.
El tiempo no obstaculiza la marcha, es más, no se premia al presuroso, solo se juzga al que no avanza.
Intrusos juegan de intrépidos con el fin de zigzaguear la columna, aunque la mayoría tiene la palabra.
Difícil resulta cambiar costumbres y erradicar conceptos establecidos.
Cada paso será guardado en la historia donde se cuestionará la revolución perpetrada.
El mundo está hecho para intrépidos, los valientes llevan la bandera del éxito.
La conciencia de los hombres prevalecerá dictando las nuevas normas.
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