Sobresaltado
Yusdel Ibañez Bueno
Leyó con tristeza la última página del Diario de Ana Frank. Semanas después, soñaba todas las noches con una supuesta llegada de las tropas nazis. Se despertaba sobresaltado, miraba a su alrededor y se alegraba al saber que solo eran obras de sus ya pegajosas pesadillas.
Pero aquella noche escuchó pasos misteriosos dentro del dormitorio. Como un haz de luz abandonó la pétrea habitación. Con copias de llaves que guardaba celosamente, abrió tembloroso cada puerta del recinto. Corrió con todas sus fuerzas alejándose del lugar. Cuando detuvo la carrera, miró hacia atrás observando con ira las luces del endemoniado manicomio.
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