Espejismos
Luis Eduardo Riaño Moncada
Enigmático huérfano de luz, indiferente espejo.
Sin cerrojo, puerta siempre abierta.
Sin velo, sin persiana, una ventana incierta
de la realidad, falaz lánguido reflejo.
Pétreos esclavos a los muros abrazados,
De estilizadas y refulgentes molduras prisioneros.
De los sentimientos reprimidos, recios carceleros.
Nerviosos navegantes en caudales de sueños esfumados.
Aposentos colmados de inmensos vacíos,
con ariscos rebotes, regalan efímeras ilusiones.
Cuerpos y semblantes, se rinden a las alucinaciones
sometidos a ser huéspedes de decrépitos palacios.
Engañoso compañero, presto a desnudar los rostros
Pusilánime, sin penetrar los corazones.
Centelleante y frágil guillotina, implacable con las pasiones
Intimida y apabulla, aun quebrada en mil pedazos.
Cara a cara, ánima y espejo,
a cada encuentro vibran en desigual batalla,
realidad inversa frente a frente estalla,
una máscara y un fugaz bosquejo.
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