¿Aguardará mi hora que yo aprenda
a expresar en palabras lo que siento?
¿Tendré tiempo? ¿Me llegará el momento
a mitad del empeño y de la senda?
Tan vanos, tan sin luz mis versos veo
que hoy que te tengo a ti, lector clemente,
quiero durar, durar eternamente
(cosa que nunca ha sido mi deseo),
para afinar mi verbo desastrado
y trocar estas piedras defectuosas
en diamantes sin mancha poderosos,
para que esos momentos generosos
que robas, por leerme, de tus cosas,
no resulten tiempo desperdiciado.
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