Peces bajo mis pies

Ya sabes que no pertenecemos a esta realidad, la cual nos mantiene con el control entre las manos, nos da tierra firme que pisar, nos ordena el flujo de ideas, nos da protección. Ayer probamos un pedazo del universo impredecible, que como un libro se iba contando, y sus personajes se evaporaban, como humo se elevaban a los cielos, el tiempo transcurría a una velocidad demasiado rápida para mis cinco sentidos, tanto que anhelaba volver al planeta tierra, en mi angustia inhalaba el aire limpió por el temporal, a ratos volvía a sentir mis pies deslizándose por el suelo, pero efímero como mi vida eran aquellos momentos. ¡Oh! Sé que existe, mis sentidos han estado explorando nuevas sensaciones, sé que en el silencio de este lugar secreto, de semiconsciencia, mi cerebro se ha entregado a conocer nuevas verdades que rigen esta pizarra negra y mayor.
La tierra se transformo en un rió congelado, y sobre el caminaba,  temerosa de caer, peces amarillos nadaban bajo mis pies, y el vértigo parecía irse, sólo debía entregarme sin limites.
El contacto de las hojas rosando mi rostro, amarillas y lentas, con estruendoso sonido caían,  como tormenta formandose en las alturas, precioso tiempo dando a conocer sus bondades e insondables misterios. 
Las calles se volvieron túneles, que me absorbían y otorgaban a mi espíritu paz y calor, tan sólo cerraba mis ojos ante tan placentera existencia.
Pues éste es Boo ya moon, lo presencié y saboreé, un escondite que posee regalos para extender tu espíritu, déjame visitarlo cada cierto tiempo, sin temer no volver, pues entre ambos mundos camino, empapándome de sus bondades .