La Ilusión Perdida

Alberto Antonio Cabadia Sotelo
Cuando se le parte el corazón al ser que se supone querer, y pensar que pudo ser pero no fue, la ilusión fugaz que pasó cual rayo veloz, todo lo incendió pero así mismo se apagó, porque las ilusiones tienden a mostrar pero a medias para que usted con su rapidez mental entienda, comprenda que todo en la vida no puede ser como uno quiere; qué más quisiera el ser, ser como quisiera ser, no tendría sentido porque tu tendrías la capacidad de cambiar las cosas, al final de tanto manipular, acomodar, improvisar, se termina perdiendo el verdadero sentido de existir; eso sería como ser un dios chiquito, con poder pero no tanto, y con tanto poder para una sola persona; es como el trotamundos que un día se encontró con la felicidad, pero no fue feliz, porque la felicidad es un estado emocional en el tiempo, lo que para ti es felicidad para otro es una maldición. Siendo pobre el ser decía: " quisiera ser rico por un día"; al otro lado del tiempo el rico anhelaba ser pobre por un minuto para estar tranquilo y no tener por qué, ni de qué preocuparse.... Se puede ser muy rico y no tener nada, y se puede ser pobre teniéndolo todo... se podría pensar que es la conformidad de no haber tenido ni sentido ninguna de las dos cosas, o por el contrario el haber estado en las dos partes y ni cuenta se dio, cuando quiso reaccionar ya todo había pasado, solo un fugaz recuerdo que le carcome el pensamiento que van y vienen como los latidos del corazón, porque son tan rápidos que cuando quieres pensar ya el latido quintuplicó la cantidad y no te permite hilar el sentido del pensamiento y así pasa la vida....
Texto libre Trabalibros

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